Aráuz de Robles vuelve a ser la mejor ganadería del ciclo de encierros de Cuéllar
Los astados jienenses protagonizaron el primer encierro del domingo 25 de agosto.
Cuéllar, Segovia
Tras la deliberación del jurado, así lo ha comunicado la Asociación de Encierros de Cuéllar. Es el segundo año consecutivo que se lleva este trofeo.
Los astados jienenses protagonizaron el primer encierro del domingo 25 de agosto. En algunos tramos del campo fue difícil y por las calles la manada corrió un poco disgregada, pero en general ha permitido tanto a caballistas como corredores y aficionados llevarse un buen sabor de boca.
Jairo Martín, presidente de la asociación, detalla que este premio tiene como finalidad que se sigan trayendo buenas ganaderías para que sean protagonistas de un buen encierro. Asegura que los encierros del domingo, del miércoles y el del martes han sido muy buenos a pesar de las complicaciones tanto en el campo, como por las calles de Cuéllar.
Haciendo un balance general, el jurado también destacó que todos los encierros han tenido complicaciones en el campo.
El presidente explica que “lo que se ha valorado positivamente de los encierros, pues la colocación del camión arriba del Embudo de los Encaños que ha favorecido pues algún toro que se ha quedado, pues al soltar esos bueyes. Han entrado más bueyes al pueblo, pero bueno, al final también se ha hablado en el Consejo Sectorial de colocarlo, y mira, pues ha sido una cosa positiva y ha resultado. La elección de este ganado ha sido favorable. No las ganadería, el ganado”:
También valoran positivamente que 27 toros de 29 recorrieron las calles.
Negativamente han destacado la presencia, por tercera vez, de las ganaderías de Partido de Resina y Cebada Gago. Aseguran que a lo largo de tres años, han comprobado que sus astados ofrecen encierros deslucidos.
En este sentido, tampoco les ha gustado la masificación del campo y la mala colocación de coches oficiales y de la guardia civil.
Reivindican también, la falta de caballistas debido a la limitación de este año, impuesta por el ayuntamiento. Aseguran que eran necesarios para garantizar la buena conducción del ganado.