Sociedad

Las lluvias podrían venir muy bien al viñedo

Un viento suave y temperaturas propias de septiembre ayudarían a redondear su efecto positivo

Alberto Tobes, responsable de Viticultura y Enología del Consejo Regulador, explica la situación del viñedo en la Ribera tras las tormentas de finales de agosto y en la recta final antes de la vendimia

Ribera del Duero

Los últimos episodios tormentosos que se registraban con intensidad en la Ribera del Duero no han sido perjudiciales para la viña. Incluso podrían ser aliados en este final del ciclo dependiendo de la meteorología de las próximas semanas

Es el análisis de los servicios técnicos del Consejo Regulador de la Ribera del Duero, que recuerda que estas tormentas de finales de verano son habituales en la comarca y ayudan a refrescar a la planta, sobre todo en años como el actual, en el que el verano ha sido más seco que la media. Un aporte de agua que, bien aprovechado por la planta, serviría para redondear la calidad del fruto. “Esto precisamente en este final de ciclo, en este último mes, que es cuando la uva ya está madurando, ayuda a que la planta se refresque, tenga un poquito de agua y pueda completar bien su maduración”, detalla Alberto Tobes, director de Viticultura y Enología del Consejo Regulado.

Para que el agua recién caída sea realmente beneficiosa hay que esperar a que la meteorología de las próximas semanas sea la que se espera en esta comarca y en estas fechas: de temperaturas extremas, con noches frescas y días todavía calurosos, con diferencias de hasta 20 grados en una misma jornada. Y añadir un viento suave que airee la planta y seque hojas y frutos.

Y es que el mayor riesgo de las tormentas en este momento es que la humedad sea terreno abonado para las principales plagas que de forma endémica amenazan a la uva en la Ribera, asociadas a la aparición y extensión de diversos hongos. El último informe de situación del viñedo de los servicios técnicos de la Denominación ribereña indican que hasta el momento solo ha habido algunos conatos puntuales de mildiu y oidio que la profesionalidad de los viticultores ribereños han frenado con gran agilidad. “Precisamente a todo eso, nuestra sanidad en los cultivos suele ser muy alta, particularmente en el viñedo solemos tener muy pocas incidencias asociadas a las plagas y la profesionalidad de los viticultores se ve cada vez más en el campo y fácilmente en la mayoría de los casos lo pueden controlar”, añade Tobes.

Aún así desde los servicios técnicos no dejan de recomendar una vigilancia y control del cultivo, especialmente en esta recta final antes de la vendimia.

Elena Lastra

Redactora jefe de la Cadena SER en Aranda y presentadora...