Sociedad

Detenido por agredir a una mujer al grito de "lesbiana de mierda"

Radio Valladolid ha podido hablar con la víctima: "Luchamos continuamente por no vivir con miedo precisamente por gente así, pero a mis 21 años de vida me parece imposible irme sola a casa otra vez"

Manifestación del Orgullo LGTBI en Valladolid / NACHO GALLEGO (EFE)

Valladolid

Fundación Triángulo denuncia que una joven vallisoletana fue agredida durante las fiestas de Valladolid en la madrugada del 1 de septiembre, en la zona de San Miguel, cerca de la Plaza Fabio Nelli. Un hombre, acompañado de otros dos, propinó un puñetazo a la víctima de tal gravedad que le produjo una doble fractura de mandíbula por la que ha necesitado hospitalización e intervención quirúrgica de manera inmediata.

Según la información proporcionada por la asociación, esta "brutal agresión" se produjo tras cruzarse la víctima con el grupo de chicos, uno de los cuales la preguntó su nombre y al responderle, y sin mediar más palabras, le agredió al grito de “lesbiana de mierda” produciéndola las graves lesiones y dándose a la fuga. Otras personas que pasaban por la zona ayudaron a la víctima llamando a los servicios de emergencias y la policía, además de perseguir a los agresores.

Yolanda Rodríguez, presidenta de Fundación Triángulo Castilla y León, condena la agresión lesbófoba ocurrida en Valladolid durante sus fiestas

Fundación Triángulo condena "de manera enérgica y contundente" esta agresión y manifiesta su apoyo a la víctima, "esperando que el hecho se investigue como un delito de odio, dado que el hecho de gritar “lesbiana de mierda” implica de manera indudable que la agresión se produjo por un motivo de odio hacia las personas LGBTI, en este caso hacia una mujer que los agresores consideraron lesbiana".

Investigación exhaustiva

Reclaman además a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado una investigación exhaustiva "que no deje de lado la motivación del hecho para su calificación penal". Los hechos fueron denunciados ante la Policía Nacional por el padre de la víctima, al requerir la agredida hospitalización inmediata.

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Fundación Triángulo manifiesta su preocupación por el incremento de delitos de odio por motivos de orientación sexual e identidad de género, por motivos ideológicos o de cualquier otro tipo que se están produciendo en los últimos meses y años. Quiere hacer además un llamamiento a la ciudadanía para que ayude a las víctimas si es testigo de cualquier agresión y colabore en la identificación y/o detención de los autores.

"Creemos que este tipo de delitos de odio están siendo normalizados e impulsados por las posiciones de la ultraderecha que, cada vez más extendidas, rechazan la diversidad y niegan la igualdad de derechos a una parte de nuestra ciudadanía". De esta forma, animan a rechazar "con firmeza" los discursos de odio, intolerantes y antidemocráticos y a reforzar el compromiso con la defensa de los Derechos Humanos de todas y de todos. Por último, muestran nuestro más firme apoyo a la víctima, a su familia y entorno más cercano, trasladando nuestro cariño y nuestro deseo de una rápida recuperación.

Habla la víctima

Radio Valladolid ha podido comunicarse con la víctima de esta agresión. Ha tenido que ser vía WhatsApp dado que las secuelas de la agresión y de la posterior operación le impiden hablar. Pero eso no le ha impedido denunciar los hechos y explicar cómo los ha vivido: "Son las 6:30 de la mañana, me dirijo el domingo 1 de Septiembre a hacer un tramo de 10 minutos para ir a buscar a mis amigas de toda la vida a la discoteca de toda la vida, no son calles oscuras y ni si quiera poco transitadas. Paro en las máquinas 24 horas que hay debajo de la calle y me compro una bolsa para ir picoteando algo para lo que me queda de camino.

A escasos 30 segundos de girar la esquina en calle San Ignacio para incorporarme a la plaza de Santa Brígida me cruzo con 3tres chicos de unos 18/19 años, les veo reírse pero agacho la cabeza y les paso de largo, a los dos metros de cruzármelos oigo como me chistan y me preguntan mi nombre, a lo que yo les respondo y acto seguido uno de los tres chavales se acerca a mi, me mira con desprecio y sin mediar palabras más que “lesbiana de mierda” me da un puñetazo en la mandíbula partiéndomela así por dos sitios distintos. Se largaron y yo me quedé escupiendo sangre.

Gracias a Dios unos chicos en el momento del puñetazo giraron la esquina, les siguieron mientras otro chico se quedó a ayudarme. Se coordinaron con la policía les localizaron, si no, se hubiesen ido a casa contándoselo entre risas como una anécdota más".

Insiste en lo injustificado de la agresión y la indefensión que sintió al verse acosada por tres hombres: "Dieron por sentado que yo era lesbiana por mi corte de pelo y decidieron creerse con el poder de agredirme solo por apariencias, aunque para este tipo de gente, les da igual que tengas pelo corto, pelo largo, chico o chica solo buscan el conflicto. Quién sabe qué hubiese pasado si en vez de pelo corto hubiese sido largo".

Que no nos agredan

Prosigue en su mensaje lamentando que sean las mujeres las que deban aprender a defenderse y actuar antes estas agresiones y no que se insista en la educación de los hombres: "Desde pequeñas siempre nos meten el miedo en el cuerpo de cuidado de ir sola por la calle, por como te vistas (mini faldas, vestidos, maquillajes) o nos enseñan como poder defenderte en ciertas ocasiones (las llaves de casa en la mano, hablando por teléfono todo el rato, compartir ubicaciones etcétera) pero nosotras no tenemos la culpa. Pero debe ser que a ellos no les enseñan que no se agrede y que las calles son suyas y pueden hacer lo que quieran con cualquier persona".

"No fue culpa mi condición sexual que dieron por sobre entendida, no fueron culpa mis vestimentas (vaqueros negros y sudadera negra) y mucho menos fue mi culpa cruzarme con ellos. Luchamos continuamente por no vivir con miedo precisamente por gente así, pero a mis 21 años de vida me parece imposible irme sola a casa otra vez", lamenta. "Quiero darle voz a todo esto porque la gente piensa que España es un país seguro o que estamos evolucionando cuando en verdad lo único que pasa es o que no se pilla a los que lo hacen o no nos atrevemos a denunciar por miedo a que nos pase algo más. No les tengo miedo a ellos, tengo miedo a que haya más como ellos y que estas cosas sigan pasando".

Ahora deberá guardar reposo tras la operación, en la que se le han colocado varias placas y tornillos; no podrá hablar en varias semanas y deberá alimentarse con una pajita durante los próximos 40 días para comenzar después su recuperación.

Para finalizar, ha querido dar las gracias a la policía y el personal de Sacyl "por la cercanía y la tranquilidad que me han intentando transmitir en todo este caos. Sigo en shock porque no me creo que a mis 21 años me hayan obligado a vivir esto, solo espero que paguen por lo que me han hecho y ojalá, con darle voz, evitar agresiones".