"Que la Virgen de las Viñas nos dé coherencia y paz"
El pueblo de Aranda se vuelca un año más con su patrona durante la misa y procesión del Día de la Función, en las que el obispo de Osma Soria, Monseñor Abilio Martínez, ha animado a los fieles a mantener actitudes que mejoren la convivencia
Aranda de Duero
Una mañana con el tiempo ideal para el paseo anual de la Virgen de las Viñas por el entorno de su ermita. Ha si se levantaba este domingo, Día de la Función de las fiestas de Aranda en honor a su patrona, en el que la ermita, su recinto y su parque recobran el mayor protagonismo y concitan todas las miradas, al menos por un día.
Pero antes de la procesión el pueblo arandino se vuelca con su patrona en la misa de su fiesta, que este año ha sido presidida por el obispo de la diócesis de Osma-Soria, Monseñor Abilio Martínez, acompañado de varios sacerdotes que tienen encomendadas las parroquias de Aranda, han nacido en la villa o representan a congregaciones implantadas en la capital ribereña. Moñseñor Martínez ha ensalzado a la Virgen como modelo para los cristianos y cristianas y también como intercesora, por lo que le ha presentado dos peticiones. Haciendo un guiño a los racimos de uvas que aparecieron cuando no era temporada en Costaján para indicar el lugar en el que la Virgen quería que se erigiera una ermita a su nombre, Monseñor Martínez ha pedido "dos racimos de uvas para el pueblo de Aranda." Una metáfora para alentar dos actitudes necesaria para la convivencia: la coherencia de vida y la disposición a construir la paz.
En sus agradecimientos finales el obispo de Osma-Soria no se ha olvidado de citar con especial admiración al Orfeón Arandino Corazón de María, lo que ha propiciado la anécdota de la jornada, por la divertida confusión en el nombre con el que Monseñor Martínez se ha dirigido a la agrupación coral. Monseñor Martínez ha renombrado al Orfeón Arandino como "La Arandina" ante el estupor general, que ha dado paso a la risa generalizada al rectificar el celebrante, advertido por uno de los sacerdotes que lo acompañaban. En lo que todos los asistentes han coincidido con el obispo de Osma es en que un año más el Orfeón Arandino ha brillado entonando con todo el sentimiento y maestría los cantos litúrgicos de la eucaristía, incluido el himno a la Virgen de las Viñas que ha vuelto a arrancar lágrimas y aplausos a partes iguales al finalizar la eucaristía y en el comienzo de la procesión.
El `pueblo de Aranda ha vuelto a rendirse a su patrona en esta ocasión, acompañando la imagen de la Virgen de las Viñas en la única salida que lleva a cabo en los 12 meses del año, en su salida anual el día de su fiesta.
Acompañada por cofrades, celebrantes, autoridades y el pueblo fiel, la Virgen ha vuelto a circunvalar la zona más cercana del parque situado bajo la ermita, con el acompañamiento de miembros de la Escuela de Folklore y la música de la Banda Municipal.
Al igual que el año pasado, la joven Sylvia Tobes ha sido la encargada de guiar la carroza de la Virgen durante la procesión.
Y justo a continuación, casi solapándose con la procesión, la PAPEA ha vuelto a dar un recital de talento y maestría con los saltos de paracaidistas. Primero han sido las avionetas las que han surcado el límpido cielo azul de este día dejando estelas artísticas a su paso para luego proceder sus ocupantes a los saltos acorbáticos, en uno de los cuales se ha desplegado una enorme bandera de España.
Elena Lastra
Redactora jefe de la Cadena SER en Aranda y presentadora de 'Hoy por Hoy Aranda'