La novena de la Virgen de las Viñas cumplió su centenario en 2024
Lo repasamos en compañía de Máximo López Vilaboa
Máximo López Vilaboa repasa la historia de la novena de la Virgen de las Viñas del P.Janariz, en su centenario
Aranda de Duero
Se dice que “todos los santos tienen su novenario” y las fiestas de la Virgen de las Viñas no podían ser menos y también tienen, desde tiempo inmemorial, su novena o tiempo de preparación. Este año 2024 empezó el jueves, 5 de septiembre, y finalizará el viernes, 13 de septiembre, la víspera del comienzo de las fiestas patronales de Aranda. Novena ha habido muchos años antes de que fuera recogida en un libro pero debemos de recordar que la primera novena publicada fue la versión que escribió en 1924 el padre Damián Janáriz (1870-1947). Este año se cumple, por tanto, su Centenario.
Era un pequeño libro que vio la luz en la imprenta de Pedro Díaz Bayo y en el que no sólo se incluía la novena sino importantes testimonios históricos de la tradición popular o cantos relacionados con la patrona de Aranda. El padre Damián Janáriz era un claretiano de origen navarro que había estado destinado en Chile antes de llegar a Aranda en 1904. Su actividad infatigable en toda la comarca le hizo merecedor del sobrenombre de “apóstol de la Ribera”. Creó innumerables asociaciones en la comarca y escribió sobre muchas de las devociones populares de los pueblos de la Ribera. Fue un hombre que, por su gran cultura, participó como redactor de la célebre Enciclopedia Espasa. El ayuntamiento de Aranda le nombró Hijo adoptivo de la villa en 1941 y posteriormente le dedicó una calle, que se encuentra frente al antiguo cementerio de San Gil.
La obra del padre Janáriz parte de la tradición popular y recopila lo mejor de la devoción en torno a la Virgen de las Viñas. Este misionero claretiano introduce su obra con estas palabras: “Las advocaciones de la Santísima Virgen que de más prestigio gozan en los pueblos, poseen todas su devocionario propio, con el que dan las gentes forma a sus aspiraciones y afectos. Aranda, sin embargo, carecía de una obrita semejante, en la que se reflejara la tierna devoción que a la Virgen de las Viñas profesa. Por esto, queriendo contribuir más aún a las solemnes fiestas que con motivo de ofrecerle rica corona se le preparaban, me determiné a llenar este vacío con la presente novena, gozos y reseña histórica, que la Virgen se digne bendecir”. Curiosamente el “Nihil Obstat” que debe llevar todo libro religioso, como testimonio de que no hay ningún impedimento desde el punto de vista doctrinal, lleva la firma de Silverio Velasco Pérez, el arandino que se convertiría más tarde en obispo de Ciudad Rodrigo. El permiso del obispado de Osma viene firmado por otro sacerdote arandino, Manuel Requejo Pérez (1872-1936), beatificado en 2017. En la fecha de publicación de la novena era el Maestrescuela secretario de la diócesis de Osma.
La novena escrita por el padre Janáriz va precedida de una reseña histórica en la que narra los orígenes legendarios de la devoción a la Virgen de las Viñas, el traslado de la imagen ante las persecuciones de los musulmanes, el momento en que la esconden, su aparición años después y la construcción de la ermita. A esto añade otros capítulos como una relación de personajes notables que han visitado la ermita y que han hecho regalos a la Virgen de las Viñas. Destaca como ejemplo el del rey Juan II, el de los Reyes Católicos o una larga lista de reyes posteriores: Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV… También narra los difíciles momentos durante la invasión francesa. Igualmente cuenta la existencia de unas monjas, llamadas beatas, que vivieron en la ermita hasta que el concilio de Trento las obligó a vivir en poblado, instalando entonces su convento en lo que hoy es la plaza San Antonio. Tampoco olvida el autor referirse al origen del Mediquín o a ciertas tradiciones que relacionan a los arandinos con su patrona: antes de irse al servicio militar se despiden de la Virgen de las Viñas celebrando una misa rezada con Salve cantada, tras la boda los contrayentes suben a la ermita a cantar la Salve, la ermita es el lugar de celebración de las rogativas de San Marcos… Tampoco olvida el padre Janáriz señalar algunos acontecimientos que ha vivido personalmente como las celebraciones en la ermita del 50º aniversario de la definición dogmática de la Inmaculada Concepción en 1904 o la coronación canónica de la Virgen de las Viñas en 1917. Estos acontecimientos, aunque el padre Janáriz guarde silencio, le tuvieron a él como uno de los principales impulsores.
En los distintos días de la novena el padre Janáriz introduce algunos de los milagros que la tradición popular ha atribuido a la patrona de Aranda y que él pone como ejemplo de la reflexión que toca ese día: su aparición a un labrador en el Monte Costaján, la liberación de un cautivo que se encontraba en manos de los herejes anglicanos, la extinción del cólera, la curación de un tumor, la resurrección de un muerto en 1688 a las puertas de la ermita, la lluvia milagrosa de 1908, la ayuda a una parturienta que casi muere en 1848, la curación inmediata a Mauricio Gayubo de dos piernas fracturadas en 1887 y la sanación milagrosa del príncipe de Asturias en el verano de 1610, el que con los años se convertiría en Felipe IV.
Desde 1924 han sido numerosísimas las ediciones realizadas de la novena del padre Janáriz. En la mayoría de ellas se ha omitido la parte histórica y se ha incluido únicamente la devocional. Hubo una primera novena editada en 1831. La de 1935 de Imprenta Moderna esta copiada integra de la de 1831, pero añade al final canciones populares dedicadas a la Virgen. La de Librería Bayo es de 1964 y es la del padre Janariz, pero sin la historia, exclusivamente la novena.
En el año 2002 los sacerdotes del Arciprestazgo de Aranda realizan una nueva versión de la novena de la Virgen de las Viñas con el objetivo de “adaptar algunos textos al momento presente”. El nuevo texto pone de relieve el gran valor de la versión del padre Janáriz al decir que es el “modelo de la Novena a la Virgen de las Viñas que hemos conocido y que ha alimentado la devoción de los arandinos a nuestra Madre”. Para la elaboración de los nuevos textos los sacerdotes de Aranda partieron de catequesis marianas del entonces papa Juan Pablo II.
La charla puede reproducirse al completo en el audio superior.