¡A vendimiar!
La recogida de los primeros racimos en la Ribera del Duero comienza con la mirada puesta en las previsiones meteorológicas que pueden determinar una campaña marcada por la escasez de fruto
Con Fernando Ortiz, de la bodega Territorio Luthier, contemplamos los primeros pasos de la vendimia en la Ribera del Duero
Ribera del Duero
Los primeros racimos de la Ribera del Duero han comenzado a entrar en las bodegas más madrugadoras de la Denominación de Origen, como es el caso de Territorio Luthier. En estos primeros compases de la vendimia, el primer fruto se recoge a modo de testigo de lo que puede llegar a ser la campaña si no hay distorsiones por la meteorología.
Desde la propia viña el responsable de esta bodega arandina, Fernando Ortiz, explica que las tareas de estos primeros días (la uva comenzó a entrar en la bodega este pasado lunes) se centra en procesar las primeras bayas y dar el último repaso al fruto que está en el viñedo para comprobar que "tienen el punto de madurez óptimo, el tanino está 'pulidito', para ver que mantienen el frescor y la acidez y comprobar que están en ese punto que tanto nos gusta para crear vinos delicados, elegantes y frescos." Consciente de que las previsiones meteorológicas alertan de una probabilidad muy alta de lluvias a partir de mañana jueves y de forma continuada durante varios días, el bodeguero de Territorio Luthier reconoce que están intentando adelantar lo posible la vendimia de las viñas más antiguas. Recogiendo la sabiduría de los mayores recuerda que "hay dos vendimias, la de antes de las lluvias y la de después de las lluvias. Por eso estamos intentando aprovechar al máximo a recoger antes de que lleguen las precipitaciones lo que ya está maduro."
Ortiz confirma el mensaje que se repite este año de forma generalizada en el territorio ribereño: la campaña se presenta con muy poca carga de uva, empezando por la primera que se recoge, la uva blanca. "La albillo ha llegado con un estado sanitario y de maduración muy muy bueno. También hay que tener en cuenta que son viñedos que han llegado con muy poca carga, después de las heladas, los granizos... ha pasado de todo y la viña ha quedado con muy poca carga que ha entrado con una calidad extraordinaria." explica el bodeguero de Territorio Luthier.
Ortiz también advierte de una tendencia nueva en el ciclo del viñedo: cada vez es más frecuente que la vendimia de uva blanca y uva tinta se solapen, aunque antes la blanca era mucho más temprana.
En cuanto a la uva tinta, se extra aún más la reducción de la cosecha en la zona en la que esta bodega arandina tiene su viñedo. "Habíamos calculado una reducción de un 50% y nos estamos encontrando con que en la mayoría de los casos la disminución llega al 70%. Una añada tremendamente corta y a la par con una uva muy sana, que está entrando con un estado de madurez y sanidad brutal."
Una añada que va a significar todo un reto para los profesionales "Estamos muy ilusionados porque es una de esas añadas difíciles, que hay que trabajar mucho, en viñedo y en bodega, pero especialmente bonitas, no por cantidad pero sí por calidad" explica Fernando Ortiz. "Auguro que va a ser una añada fresca y delicada"