Salvar las manifestaciones que conforman la identidad cultural de los burgaleses
La Diputación provincial elabora el Plan Estratégico de Patrimonio Cultural Inmaterial para identificar y rentabilizar las expresiones populares como harramientas de d esarrollo
Burgos
La Diputación de Burgos será la primera institución provincial de Castilla y León en disponer de un Plan Estratégico de Patrimonio Cultural Inmaterial, con las premisas de salvaguarda, protección, aprovechamiento y gestión de los bienes intangibles como legado histórico de la tradición popular. Así lo ha presentado el presidente de la Diputación, Borja Suárez, quien se plantea el horizonte de 2027 para tener el plan en desarrollo.
El Plan Estratégico recoge el derecho de la ciudadanía a conocer e identificarse con el patrimonio cultural inmaterial, que recoge tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo de la transmisión oral, las artes del espectáculo; usos sociales, rituales y actos festivos; conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo o las técnicas artesanales tradicionales.
Además, uno de los objetivos principales radica en fomentar el estímulo en el conjunto de la sociedad para colaborar en el desarrollo de su gestión y considerar este legado patrimonial como recurso ordinario para la dinamización del territorio y el bienestar social, cultural e incluso económico.
Borja Suárez ha definido la riqueza patrimonial de la provincia, material e inmaterial, como la piedra angular de la política de la institución y un bien que hay que atender como tal, trabajando por su salvaguarda en colaboración directa con las comunidades portadoras.
Lo más urgente, además de elaborar el inventario de bienes a proteger y divulgar, es ampliar el conocimiento sobre el patrimonio inmaterial, del que con depositarias las personas más mayores de nuestros pueblos, con cuya pérdida desaparecerán sus recuerdos y saberes.
La lista de bienes del Patrimonio Cultural Inmaterial de Burgos tomará como referencia la relación de la Unesco, donde tendrían cabida, desde el toque de campanas a la jota burgalesa o La Tabera, pasando por expresiones populares del carnaval o la Semana Santa, el Colacho y otras representaciones que mezclan historia y leyenda.
Para garantizar una gestión efectiva, se han establecido criterios de urgencia y prioridad en la ejecución de las diferentes acciones. Algunas requieren un carácter inmediato debido a su vulnerabilidad, como la documentación y registro de manifestaciones en riesgo de desaparición.
El Plan Estratégico de Patrimonio Cultural Inmaterial contempla 98 acciones ligadas a 26 líneas estratégicas a desarrollar hasta 2027. Aunque el Plan Estratégico está programado para el trienio 2024-2027, es posible que la totalidad de las acciones no alcancen su culmen en este periodo. La naturaleza dinámica y viva del PCI, requiere de una metodología flexible, capaz de adaptarse a las circunstancias de cada momento.