Sociedad

Javier Arranz: un emblema de la educación en Aranda de Duero

El que fuera cabeza visible de la FP en el IES El Empecinado se ha jubilado y comparte toda una vida en el sector en los micrófonos de la SER

Javier Arranz: un emblema de la educación en Aranda de Duero

Aranda de Duero

Javier Arranz es un rostro sobradamente conocido en Aranda de Duero, y no es para menos. Por sus manos han pasado en 40 años cientos de estudiantes a lo largo de las décadas en las que ha aportado todo su conocimiento y experiencia en el mundo de la educación. Activamente, hasta su jubilación reciente, ha sido la cabeza visible de la FP en el IES El Empecinado, al que a buen seguro ya añora. Este lunes, en nuestro tiempo de recorrido por la memoria en el que nos acompaña Ausencio Frutos, conocemos sus inicios, inquietudes, y sensaciones.

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Otra vida tras la docencia

"La jubilación sienta de maravilla después de tantos años trabajando. Este año se me ha pasado volando y me he metido en otras actividades. Es cierto que la docencia siempre se echa de menos después de toda una vida. Pero también he ido por el instituto para ver y charlar con mis compañeros. Se echa en falta sí. En estos años han pasado muchas cosas, sobre todo buenas, que son con las que me quedo. Estoy orgulloso de lo que me ha pasado, tanto en Lerma, como en Soria, y en Aranda donde ya he estado 34 años", reconoce quien de hecho estudió FP y ha vivido su gran evolución. "Las prácticas en la empresa con la nueva FP es algo muy bueno. Te ayuda a ver el mundo laboral, las empresas, de las que estoy orgulloso porque han colaborado todo lo que han podido y más, y estoy muy orgulloso de ellas. También ha cambiado la sociedad y los adolescentes. Pero al final yo he estado en lo práctico", añade.

Javier, impartiendo una charla

Javier, impartiendo una charla / imagen facilitada

Arranz quería ser tornero fresador pero a los dos días de venir de la mili ya entró en un instituto. Quizá no tenía esa vena educativa -que ahora quizá se forma más que educa-, pero le fue creciendo con el paso de los años. También tiene mucha unión con Peñaranda, de donde procedía su padre, y con Gumiel. "Éramos cinco hermanos. Vivíamos del sueldo de mi padre, y teníamos lo justo para vivir, pero como casi todo el mundo en esa época", detalla. Todos ellos se han dedicado en cierto modo a la atención hacia los demás.

Del deporte al aprendizaje

Javier ha hecho muchos kilómetros en bici. Es una de sus pasiones. "Es un antiestrés, y en el que tienes que llevar los cinco sentidos puestos en la carretera. He hecho muchos kilómetros este año de jubilación. Me gusta el deporte porque nos vamos ayudando, es un deporte solidario y de gregarios. Cuando te pega el viento nos protegemos, por ejemplo, y vamos dando relevos", explica.

Javier, con su grupo ciclista

Javier, con su grupo ciclista / cadena ser

En lo referente al futuro, no piensa en sueños que cumplir más que estar tranquilo, viajar, y tener salud. También tiene su vocación, siendo miembro de la Cruz Roja, y de dar clase ha pasado a recibirlas, pero en la Universidad de la Experiencia. En esto último comenta que "nos dan muchas charlas sobre cuestiones que no dominamos, pero de las que te apetece saber". Reza el dicho que nunca se deja de aprender, pero en el caso de Arranz, tampoco de compartir conocimiento. En el fondo, sigue brotando esa vena educativa que le creció con los años y que en cierto modo añora ahora, porque nunca dejará de ser profesor, y educador.

La charla al completo puede reproducirse en el audio superior.

Jorge Alvarado

Periodista. Responsable Digital de la SER en...