La economía familiar y el IPC
Las Claves de Blas Donis, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores de Palencia (UPA)
La economía familiar y el IPC
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Palencia
El crecimiento de la inflación en Europa el pasado mes ha sido el más lento en tres años y se acerca al objetivo del Banco Central Europeo (BCE) del 2 %.
En España la inflación subió un 2,3 % en agosto, encareciéndose por ejemplo los alimentos una media del 2,5 %, comparándolo siempre con el mismo periodo del año anterior. El dato positivo es que la inflación sigue bajando y se sitúa en la menor desde hace un año.
Otro dato que apunta a positivo es que determinados analistas adelantan que las proyecciones a futuro estiman un crecimiento del 5 % en el Producto Interior Bruto para el próximo año.
Lo cierto es que a nivel de usuario y de consumidor, lo realmente importante es el dichoso IPC. Su incremento voraz de los últimos años nos afecta y mucho a nivel de poder adquisitivo, puesto que la mejora de los salarios, excepto para los grandes empresarios, en el periodo de los tres últimos años no amortigua para nada la sangría en forma de subida de precios en bienes de primera necesidad.
El caso de los alimentos y sus precios es especialmente llamativo. Hay productos básicos de la cesta de la compra que siguen con subidas de dos dígitos durante los últimos meses. El aceite de oliva, las frutas, las verduras, la carne, las patatas o los huevos son un claro ejemplo de cómo el IPC de la alimentación hace temblar nuestras economías. Yo me pregunto: ¿Por qué pasa esto si en origen los precios no se han visto incrementados para quienes los producen?