El escudo de la fachada del Ayuntamiento de Caballar será restaurado para devolverle su aspecto histórico
También se ha autorizado la actividad arqueológica para las obras de restauración de la portada de la iglesia y la intervención en las murallas y la liza del castillo de Turégano
Segovia
La Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de Segovia ha aprobado varias actuaciones de restauración, destacando la intervención en el escudo de la fachada del Ayuntamiento de Caballar y trabajos en la cripta de la Catedral de Segovia y el castillo-iglesia de Turégano.
En Caballar, se autorizó la restauración del escudo de la fachada del Ayuntamiento. Esta intervención tiene como objetivo preservar la autenticidad arquitectónica, respetando los métodos tradicionales de construcción, además de reparar elementos de piedra deteriorados. La restauración incluirá la cohesión de partículas sueltas, sellado de grietas y la aplicación de un herbicida especial para prevenir daños microbiológicos en la piedra, finalizando con la limpieza y reconstrucción de las partes perdidas del escudo.
En la Catedral de Segovia, se informó sobre la necesidad de nuevas acciones de conservación en la cripta de la Capilla de Santiago, tras detectar graves problemas de humedad durante una visita técnica el pasado 12 de julio. Los daños, que parecen haber sido causados por filtraciones de agua del jardín del claustro y la tierra circundante, exigen la aplicación de un "mortero de sacrificio" y mejoras en la ventilación del espacio. Se propone también abrir una ventana cegada y colocar paneles metálicos con lamas para evitar la entrada de agua y mejorar la ventilación, además de instalar un sistema de aireación para evitar la acumulación de humedad en los muros.
Finalmente, en Turégano, se dio luz verde a trabajos de control arqueológico durante las intervenciones en la iglesia de San Miguel y las murallas del castillo. Estos trabajos incluyen el siglado, inventariado y paletizado de posibles elementos arquitectónicos recuperados, y la toma de medidas para proteger cualquier hallazgo arqueológico significativo, lo que podría implicar incluso un replanteamiento de las obras en curso.