Al límite
Las Claves de Blas Donis, secretario general de UPA Palencia
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Palencia
Como dramática puede definirse la situación en la que se encuentran los agricultores cerealistas de una gran parte de Castilla y León, tanto por los costes de producción como por el nivel de precios que perciben. La situación se agrava a medida que pasan las fechas y no repuntan las cotizaciones.
Efectivamente es preocupante en qué momento se encuentran las explotaciones cerealistas ante la falta de rentabilidad de los últimos años, fruto de las malas cosechas y de precios al agricultor que no compensan lo suficiente los costes tan elevados que asumimos con los fertilizantes, abonos, gasóleo, energía eléctrica o piensos.
Yo me pregunto. Si tan bajos son los precios que reciben los cerealistas. ¿Por qué no se traduce inmediatamente en la bajada de precios del pan, de las pastas o de las harinas para los consumidores? ¿Por qué no bajan los precios de los piensos para los ganaderos en el mismo porcentaje que baja el de los cereales? Hay demasiada picaresca, y mucha cara dura alrededor del sector agroalimentario.
Las Administraciones, empezando por Bruselas, siguiendo por Madrid, y acabando en Valladolid, deben ser conscientes de que urgen actuaciones contundentes con el objetivo de que agricultores y ganaderos podamos seguir haciendo nuestro trabajo.
El sector agrario es estratégico para nuestra sociedad. Solo por eso, ya deberían ponerse en marcha medidas inmediatas que garanticen no solo la producción de alimentos, sino precios justos para quienes lo hacen posible.
