Queda por mejorar

Aranda de Duero

Un punto repartido, y algunos destellos. Le falta aún a la Arandina para llegar a su tope. Ante el Almazán (curiosamente con tres jugadores arandinos) se vieron cambios, pero los blanquiazules empataban en un partido de goles y de partes muy diferenciadas.

Mala primera parte

Primeros minutos de mayor dominio visitante, con una ocasión clara desde la frontal de Víctor que tuvo que despejar Izan. La Arandina estaba inoperante en esa fase ofensiva, expuesta al cuadro rival, que tenía la posesión y los acercamientos peligrosos con centros laterales. Llegaba otra oportunidad más para los adnamantinos. Con el paso de los minutos los blanquiazules empezaban a ganar terreno, pero el crono seguía avanzando y el Almazán volvía a tener el dinamismo y el control de la pelota, aunque ya no lograba concretar entre lo palos. Pero a la Arandina le faltaba más. Casi la mejor noticia para los ribereños podía ser la llegada del descanso, pero ciertamente, una jugada aislada cambió el devenir del partido. Buena contra ejecutada por Amis y asistencia a Adri Hornero que, con velocidad, se plantaba en la portería rival siendo derribado por Víctor. Penalti claro que anotaba Amis (1-0). Y descanso.

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Penalti y reacción

La vuelta de vestuarios fue todo lo contrario. Bajo el aguacero, penalti cometido por John sobre el 9 de Almazán y gol de un ex, Pesca, con dedicatoria incluida al palco, y el posterior perdón a la grada, que coreó su nombre. Con el paso de los minutos nuevamente los locales trataron de estirarse. Comenzaron a llegar con más peligro, y nuevamente se tiró de efectividad. Remate a las mallas de John tras un buen centro desde el costado en el minuto 62. 2-1. El equipo era otro. Más reconocible y fuerte ofensivamente.

La Arandina comenzó a carburar mucho más, generando más peligro, aprovechando los espacios del rival y con varias ocasiones. Pero lo que son las cosas, tras una pérdida en el centro del campo y cuando estaban mejor los locales, un centro desde el costado izquierdo era rematado por el nueve visitante poniendo las tablas (2-2).

El partido quedaba abierto para los últimos 10 minutos. En ellos, algunas aproximaciones ribereñas que no supieron concretarse, y un rival que también quiso estirar líneas bajo el aguacero que caía en el Juan Carlos Higuero. Pero no se movió el marcador; la Arandina se queda con un punto que no contenta y que aleja de las posiciones cabeceras a los de Sergio Fernandéz. Aún queda mucho para un proyecto que necesita seguirse rodando. Toca empezar a transformar los empates en victorias. Y a no mucho tardar.