Castropodame y Congosto llevan a la Junta su rechazo mayoritario al proyecto de planta de biometano
El popular empresario Prada "A tope", el colectivo Bierzo Aire Limpio, el presidente del Consejo Comarcal y concejales del PSOE y de CB de Ponferrada apoyan con su presencia el rechazo social a lo que consideran será un "vertedero"
PONFERRADA
Unos 350 vecinos de los dos municipios afectados han protagonizado una concentración a las puertas de la Junta en Ponferrada y han marchado en manifestación hasta la sede del grupo ERBI en la Plaza de Julio Lazúrtegui para dejar patente su rechazo a la puesta en marcha de una planta de biogás, un proyecto contra el que el propio ayuntamiento de Castopodame ha decidido en pleno presentar alegaciones antes de que concluya el plazo abierto por la Junta de Castilla y León hasta el 21 de octubre.
"No nos oponemos al proyecto sino al lugar en el que estará ubicado. La gente mayor no se merece que después de luchar por mantener los pueblos lleguen ahora a convertirlos en estercoleros de vertidos con olores insoportables", explica una de las vecinas que lamenta que la zona denominada "Terreno Sagrado" se vaya a transformar en un punto de entrada y salida de 75 camiones diarios repletos de residuos orgánicos.
"El legado que nos han dado nuestros abuelos, nuestros padres... qué van a hacer con él. El Bierzo no está en venta y si Castropodame se tiene que convertir en un fortín lo haremos", dijo en tono enfadado una de las portavoces que se dirigió a los vecinos ante las puertas de la delegación de la Junta.
También el empresario Prada "A tope" cogió el micrófono para respaldar un rechazo social al que pidió que se sumase la gente joven. "Si no defendemos la tierra vendrán a vivir a costa de los pueblos", dijo el empresario vinícola entre los aplausos de los manifestantes.
También el presidente del Consejo Comarcal, Olegario Ramón, pidió a la Junta que recapacite para analizar la viabilidad de una iniciativa que no dejará puestos de trabajo sino simplemente "malos olores" por su proximidad a las viviendas. De hecho, la corporación municipal de Castropodame mantiene que "no cumple con las normas urbanísticas, no cumple con el uso público de los caminos, con las distancias con las casas y tampoco se sabe qué ocurrirá con los vertidos y el permiso de Confederación", dijo el alcalde en funciones.