Denunciados dos responsables de una secta religiosa por violar a una mujer en Aranda hace dos años
La joven ha presentado este lunes denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional donde asegura haber comunicado los hechos hace más de un año
Aranda de Duero
Una joven ha presentado este lunes denuncia ante la Comisaría de la Policía Nacional en Aranda en la que relata la violación de la que asegura haber sido víctima hace dos años, en junio de 2022, por parte de dos responsables de una secta religiosa en la que ella participaba denominada Movimiento Misionero Mundial. Se trata de una organización catalogada como secta por expertos como el teólogo Luis Santamaría, miembro fundador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas. (RIES).
Más información
- Condena pactada para el sacerdote que abusó sexualmente de una arandina: no irá a prisión y participará en programas educativos
- El TSJ aumenta la pena de cárcel a un joven que violó varias veces en la misma noche a una mujer en Aranda de Duero
- Sentencia ejemplarizante a un profesional de la salud por abuso sexual contra una clienta
Según consta en la denuncia los hechos ocurrieron en el domicilio de la víctima en Aranda, cuyas llaves había proporcionado a uno de los pastores para que se organizaran reuniones en él. Relata que, sin poder precisar la fecha, permaneció durante un mes en ese domicilio, entre dormida y drogada. Detalla que durante este tiempo no podía ver, pero escuchaba las voces de dos de los pastores de su congregación con comentarios vejatorios, mientras sentía tocamientos y penetraciones.
Añade que escuchaba voces y risas de más hombres, de los que indica que participaban por videoconferencia con bromas soeces y humillantes. Explica que, tras cada episodio erótico, le daban algo a beber y a continuación se dormía profundamente.
En la denuncia consta que fue su madre quien, al cabo de un mes y tras no localizarla, acudió a su domicilio, donde la encontró desnuda y con toda la casa desordenada. La declarante explica que como consecuencia de estos episodios sufrió secuelas físicas, aunque no tiene partes médicos que pueda aportar.
Presión para “no manchar el nombre” de la secta
Otra de las cuestiones que refleja el documento es la coacción que denuncia la víctima por parte de otro responsable de la secta evangélica, quien meses después de estos hechos convenció a la joven y su madre de que no los denunciaran, prometiendo que él mismo se encargaría del asunto de forma interna, para lo que solicitaba que aportaran entre 200 y 300 euros mensuales al mencionado movimiento religioso. Cuando la joven dejó de abonar esta cuantía el mismo pastor volvió a contactar con la víctima conminándola a firmar un documento en el que negaba los abusos, a lo que ella no accedió.
La joven indica que los “pastores” también dijeron a su madre que no podía manchar el nombre de la organización religiosa, prometiendo que echarían de ella a los responsables denunciados.
La declarante reconoce que no tiene partes médicos de las secuelas físicas que denuncia ni tampoco análisis de consumo de tóxicos.
Ahora se encuentra a la espera de que su denuncia se tramite, puesto que asegura que no tiene noticia de lo que ocurrió con otra que interpuso por los mismos hechos hace algo más de un año.