Josefina Carabias, pionera también en la Radio
La primera periodista que en España logró vivir de esta profesión llegó a Radio Madrid en 1934. Hablamos de su trayectoria con Inés García-Albi, autora de 'Nosotras que contamos'
Josefina Carabias, pionera del periodismo y la radio
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Ávila
Josefina Carabias (Arenas de San Pedro, 1908-Madrid, 1980) rompió todos los moldes. Se licenció en derecho. Ejerció el periodismo durante los intensos años de la segunda república con muchísimo éxito. Y fue una de las primeras periodistas radiofónicas, en Radio Madrid.
La emisora que llevaba una década funcionando cuando ofreció a la joven Pepita la oportunidad de trabajar en el noticiario 'La Palabra', que se emitía a las ocho de la mañana y que había empezado a emitirse en 1930. Duraba 20 minutos.
Una nota en el periódico 'Mundo Gráfico' de septiembre de 1936 recoge su nombramiento como redactora jefe de ese informativo, Cargo que apenas ejerció, ya que dos meses después huía a Francia.
Nada queda de su paso por ese informativo. Ahora, en la época en la que todo se graba, se descarga vía internet, se reproduce en múltiples formatos, es difícil imaginar cómo se hacía la radio en aquellos primeros años. Las pocas grabaciones que se hacían entonces se realizaban en discos de pizarra.
Coincidiendo con el centenario de la Radio que está celebrando la Cadena SER recordamos a Josefina Carabias con una entrevista a la historiadora y periodista Inés García-Albi, autora del libro 'Nosotras que contamos'
Estudió derecho pero acabó siendo periodista
Pepita terminó la enseñanza primaria, pero no pudo empezar el bachillerato porque el colegio, recién abierto en Arenas, era para chicos. No se dio por vencida. Con la ayuda de un primo, que le dejaba los libros y le daba clases a escondidas, estudió el primer curso de Bachillerato sin que lo supiera su familia. Al segundo, los padres se rindieron a lo inevitable y la enviaron a Madrid, para que se examinara. Después quiso estudiar Derecho.
Un día, un primo segundo, que dirigía una revista de actualidad recién creada que se llamaba “Estampa” le encargó un escrito sobre las mujeres en la universidad. Y así, por casualidad y de rondón, comenzó su carrera periodística.
En Madrid ya era famosa a los 24 años. En una ciudad con un millón de habitantes, la Revista “Estampa” tenía una tirada de 200.000 ejemplares. Una barbaridad. Era una “revista ilustrada” que vino a modernizar el periodismo ilustrado con la técnica del huecograbado. Era barata y de gran formato. Costaba 30 céntimos, mientras que algunas de sus competidoras llegaban a costar 1 peseta. Así que en seguida se hizo muy popular. Y también quienes escribían en ella, ya que el periodista se convertía a veces en protagonista y aparecía posando con los entrevistados en muchas de esas fotografías que ilustraban los artículos. Así que no sólo su nombre, sino también su cara, eran reconocidos por los lectores.
Hizo periodismo inmersivo, por ejemplo se hizo pasar por camarera de habitación en el Hotel Palace de Madrid, donde trabajó durante una semana con el nombre ficticio de Carmen de la Peña, sin que nadie sospechara que en realidad estaba escribiendo un reportaje que se publicó en cuatro entregas con el título “Ocho días en un hotel de Madrid”.
Y en muchos de sus artículos reflejó los avances de las mujeres en la segunda república.
El golpe de Estado truncó su carrera. Pepita se exilió a Francia junto a su marido, José Rico, con el que se había casado en abril de 1936.
Sola y con un bebé en la Francia ocupada
En 1939, acabada la Guerra Civil, José Rico Godoy decide volver a España, confiando en no tener problemas al no haber participado en la guerra. Pero se equivocó y pocos días después de cruzar la frontera es detenido en Burgos y encarcelado.
Josefina se queda sola en París. Sola y embarazada. Mientras su marido es un preso político en España, ella da a luz a una niña y la llama Carmen, en honor a su propia madre. Carmen Rico Carabias o, como ella firmará en un futuro, Carmen Rico Godoy, nace en agosto de 1939.
Ambas regresan a España cuando él sale de la cárcel. Y escribe un libro titulado “Los alemanes en Francia vistos por una española”, que firma como Carmen Moreno. Tendrá dificultades al principio para volver a escribir en un periódico y utilizar su nombre. Hasta que el director del periódico vespertino, Informaciones, le propone seguir la Liga de Fútbol, deporte sobre el que no entendía nada, lo que no le impidió realizar crónicas al parecer muy seguidas en la época, que se editaron un año después en forma de libro bajo el título “La Mujer en el Fútbol”, y que se agotó en diez días.
Primera corresponsal
En 1952 le conceden el Premio Luca de Tena que entregaba el diario ABC en reconocimiento a un artículo publicado el año anterior en “Informaciones” y titulado “El congreso se divierte”.
A los 46 años rompe otra barrera y se convierte en la primera mujer que trabaja como corresponsal en el extranjero. Se traslada a Washington y escribe para tres grandes diarios Informaciones de Madrid, El Noticiero Universal de Barcelona y La Gaceta del Norte de Bilbao.
Vuelve a Madrid y en los años 70 comenta la transición política y social que vive España con una columna que publica el diario Ya bajo el título “Escribe Josefina Carabias” y que aparece también en al menos una decena de periódicos de provincias.
En 1979 decide dejar de escribir un artículo diario. Pero no colgar la pluma. Escribe una biografía de Azaña titulada “Los que le llamábamos don Manuel” y, según sus hijas, habla de trabajar en sus memorias. No pudo ser porque murió unos meses después, en septiembre de 1980.
Sus cenizas fueron llevadas a Arenas de San Pedro, su localidad natal.
María Ángeles Hernández
Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Es redactora en SER Ávila desde 1994....