Opinión

42 de 100 y los que están por venir

La Firma de Javier Gómez Caloca

42 de 100 y los que están por venir

Palencia

Buenos días, se cierra una semana grande para esta casa. El martes la SER se hizo centenaria y hoy Angels Barceló, desde el Teatro Principal, ha expandido los olores y las voces de Palencia por las ondas.

Desde pequeño he sido un radio adicto. Recuerdo la Telefunken de válvulas que teníamos en Piedrasluengas, en la esquina de la trébede, con Onda Media y dos teclas de Onda Corta. Prácticamente sólo se escuchaba RNE y Radio Cadena. Recuerdo a mi madre escuchando algunos capítulos de la radionovela “Simplemente María”, el “Cimbalillo, Boletín de Información Provincial”, el “parte”, sobre todo el tiempo y, a mí ya me gustaba oír Radiogaceta de los Deportes y las aventuras y desventuras de Iríbar y el Athletic.

A mi pueblo no llegaba la SER, o al menos la Telefunken no daba con ella. Desde aquella radio de válvulas a la radio actual que se oye, en directo y aplazada, se lee y hasta se ve, ha transcurrido mucho tiempo, pero la radio sigue siendo el principal referente informativo.

Será ya en la capital donde, en un transistor que me trajo mi padre de un viaje a Ceuta, la FM y la SER empiezan a formar parte de mis días y madrugadas. Me hice de la SER, como más tarde, yendo y viviendo al Campus de Somosaguas me hice de El País. La SER nunca se separó de mi particular línea editorial, del periódico de echaron de suscriptor los mismos que ahora se cobijan en un digital de capital venezolano, nada objetivo. Menos mal que Soledad Gallego primero y Pepa Bueno después me obligaron a volver. He sido y soy de la SER, aunque tengo buenos amigos y he colaborado con otras radios como Onda Cero o Radio Nacional.

La SER me informó la tarde del 23-F a la salida del Viejo, me alegró con las dos ligas y la Copa del Athletic de Clemente, etc, etc. Hoy por Hoy, Hora 25, Carrusel Deportivo, El Larguero, Hablar por Hablar, El Faro… junto a Gabilondo, Gemma Nierga, Francino, Pepa Bueno, Angels Barceló, Carlos Llamas con Miguel Angel Aguilar (“Pero qué broma es ésta”) y los dos Carlos, Mendo y Carnicero… me han informado y me han divertido. Pero, si hay que elegir, me quedo con A vivir que son dos días, con Fernando Delgado y Manolito Gafotas y, por encima de todos, Javier del Pino y Juanjo Millás.

De la SER de Palencia, recuerdo a Pepe Castrillo, May Chaparro, Carmen Cuesta o Fernando Valcárcel. Con algunos de los actuales me unen distintos episodios. Pepe Martínez fue mi entrenador en el San Telmo, pero lo mío no era el fútbol y otros entretenimientos aparecieron con la adolescencia. Juanfran y yo empezamos a la vez, finales de los ochenta, él en la SER y yo en el sindicato, y hasta hoy. ¿Alguien puede superar la frase “a por el lunes, que no es tan fiero como lo pintan? Difícil.

Alberto Calleja es perniano como yo y el hijo de Don José Luís el médico de San Salvador, nuestro médico familiar durante años.

De Beatriz recuerdo cuando a la UPP nos dieron el Premio Miguel Hernández y fue con nosotros, de enviada especial, en el bus a recogerlo a Madrid, todo con unos bocadillos compartidos a la vuelta.

A Ana y David les empiezo a conocer más ahora cuando paso a grabar estos comentarios.

Y Sandrita, la niña de la Plaza Instituto Viejo, la vecinita que cuidaba mi hermana Mariví y pasaba tanto tiempo en nuestra casa como en la suya, ¿qué puedo decir de Sandra?

De los cien años de la SER, en 42, que coinciden con la vida de la SER de Palencia, ha sido mi acompañamiento, en casa, radio en la cocina, radio en el baño, radio en la habitación; en el coche. Que sean muchos años más.