Luisa de Castro, la abulense que echa de menos las patatas revolconas en Chile

Ávila

A pesar de su juventud, Luisa de Castro tiene en su curriculum experiencia laboral en varios países. Seis años en Bruselas, estudios en Francia, prácticas en Brasil o Inglaterra. Y su último destino le ha llevado hasta Santiago de Chile donde lleva un año trabajando y estará otro año más. "Trabajo para la Delegación de la Unión Europea en Chile que es como la embajada de la Unión en Santiago" dice Luisa desde esta ciudad sudamericana en el espacio 'Abulenses por el Mundo' de Hoy por Hoy Ávila.

Luisa ya había realizado prácticas en la propia Unión Europea, donde también tuvo algún puesto temporal antes de pasar al sector privado. Hace un año regresó a las instituciones europeas y su destino ha sido trasladarse a varios miles de kilómetros de la Bruselas, la capital europea. "Yo estoy en el equipo de política de la Delegación. Tratamos temas políticos, además de apoyar las relaciones diplomáticas, Mucho apoyo a la embajadora y análisis de la actualidad política chilena"

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Formación en Ávila

Estudió en el Instituto Vasco de la Zarza de la capital abulense. "Fui una de las primeras promociones del proyecto British que tuvo en instituto. Parte de las asignaturas que teníamos eran en inglés. Éramos una clase muy pequeñita porque nadie se quería apuntar. Ahora ya ha cambiado y ya es más normal". Terminó el bachillerato en 2011 y luego estudió Ciencias Políticas. Después hizo un Máster de Relaciones Internacionales. "Un perfil clásico si uno va Bruselas" dice.

"Tenemos un trabajo muy fácil comparado con otras embajadas de la UE. Es muy fácil entenderse con los interlocutores aquí. Nuestros valores y prioridades internacionales son comunes" señala de un país con un pasado reciente complicado. En 2019 hubo un estallido social motivado por la subida del precio del transporte público que escondía detrás un malestar social más profundo. Una situación que dio paso a un gobierno ajeno a los partidos tradicionales y que ha confeccionado dos Constituciones que han sido rechazadas en sendos referéndums.

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Chile, un paraíso natural

Sobre su país de acogida destaca la variedad de paisajes, climas, naturaleza o zonas que tiene. "Al norte te encuentras el Desierto de Atacama, el más árido del mundo, Parece literalmente marte. Con grandes explotaciones mineras de las que depende gran parte de la economía, ahora especialmente con el litio. Y si vas al sur, está la Patagonia, con glaciares, montañas, muy verde. Nada que ver. Y el propio Santiago, que es una ciudad rodeada por los Andes. La naturaleza aquí es impresionante y es lo que más me ha sorprendido"

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Una relación con la naturaleza intrínseca a los chilenos. "Aquí todo el mundo que conoces te dice que el fin de semana van a subir una montaña o visitar un lago. Todo el mundo practica este deporte de naturaleza. Y aunque no era algo que yo hiciera mucho, al final me he acostumbrado. Ya me he subido mis cerros como lo llaman aquí". Un país angosto y muy alargado. Y es que con 4.300 kilómetros es el país más largo del mundo. Por eso, para moverse lo mejor es el avión, ya que la red ferroviaria está muy poco desarrollada y viajar por carretera, con esas distancias, se hace eterno.

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Santiago, una ciudad moderna rodeada de montañas

Dice Luisa que la ciudad de Santiago, la capital del país, es similar a la concepción que podemos tener de una ciudad europea con toques norteamericanos como el uso del coche en grandes avenidas. Pero hay un aspecto que la diferencia de las de nuestro continente. La falta de edificios antiguos. "Este es uno de los países del mundo donde más terremotos hay. Muchos de los edificios antiguos se cayeron, por lo que la mayoría son modernos. Ahora todos están preparados y cuando se mueve la tierra, aquí dicen que hemos tenido un temblor" añade entre risas.

"Los chilenos son amables pero menos extrovertidos que otras naciones latinoamericanas. Menos de estar en la calle y de hacer lo que ellos llaman, hacer asados, hacer barbacoas en casa con la familia y amigos. Tardan en abrirte las puertas, pero una vez que un chileno te las ha abierto, te has ganado un amigo para toda la vida" dice. Un país que también es muy desigual y donde se estima a los españoles, "muchos se te presentan haciendo referencia a sus orígenes asturianos o vascos y hay muchos apellidos de origen español. Comparado con otros países de América Latina donde he estado, aquí miran mucho a España"

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Ávila conocida en Chile

Y una población que también conoce Ávila. "Sorprenderá a mucha gente que cuando en Chile digo de donde vengo, conocen Ávila. Yo pensaba que nadie iba a saber y me he encontrado lo contrario. Gente que dice haber estado, o hace referencia a la Santa. Me sorprende la cantidad de chilenos que conocen Ávila. Yo creo que tiene que ver con que hay mucha gente con orígenes españoles, con que también la hay que va de vacaciones a Madrid y hacen el tour Toledo-Segovia-Ávila. Y hasta los que no han ido, han escuchado hablar de nuestra ciudad"

En lo gastronómico, prefiere no opinar de la que puede degustar en su país de acogida, "para no meterme en controversias", dice. Pero tiene claro que echa de menos la comida española. "Unas patatas revolconas que hago aquí algunas veces. Me traje incluso pimentón de la vera para cocinarlas". También extraña poder ir de tapas, ir andando a todos los sitios y la seguridad de una ciudad pequeña como Ávila, "que uno a veces lo da por sentado" pero que no ocurre en todos los sitios.

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