Pagan 14.000 euros para poder volver a Valladolid desde Benidorm

Valladolid

55 jubilados vallisoletanos quedaron atrapados en Benidorm este fin de semana. El caos ferroviario vivido estos días dejaba historias similares que salpican la geografía española, pero pocas se asemejan a la de este grupo que había comprado sus billetes con la compañía Ouigo.

La empresa ferroviaria, que opera desde hace unos meses desde Valladolid, debía llevarles de Alicante a la capital vallisoletana. Pero esos problemas en la red provocaron la anulación del viaje. Los avisos de la empresa a los usuarios advertían de que tenían derecho a la devolución del precio del billete, pero nada más. De nada sirvieron los esfuerzos de los afectados, que exigieron a la compañía francesa un transporte alternativo.

De esta forma, se vieron en la ciudad alicantina sin una solución para volver a casa y con la obligación de abandonar las habitaciones a las 12 del mediodía del domingo. Así que comenzó la odisea para encontrar una alternativa. Pensaron primero en un autobús pero no fueron capaces de localizar ninguna compañía que tuviera a su disposición un autocar y un chófer que pudiera cubrir el trayecto.

La búsqueda continuó, con la implicación directa de la relaciones publicas del hotel en el que se hospedaban, y dieron al fin con una solución: volver en taxi. Poco a poco fueron llegando los conductores dispuestos a hacer ese viaje que, hay que recordar, cubre casi 700 kilómetros en más de seis horas de trayecto, sin incluir paradas.

Al final fueron catorce los taxis que trajeron de vuelta a sus casas a estos jubilados vallisoletanos que han tenido que desembolsar mil euros por taxi.... más peajes. Así lo contaba a Radio Valladolid Goyo, uno de los afectados: "Hacían falta los taxis y los conductores que estuvieran dispuestos a hacer 1.400 kilómetros en un día... La relaciones públicas empezó a llamar y empezaron a llegar taxis, la gente empezó a montarse.. pero a mil euros cada taxis más peajes".

Ahora están pensando en poner una reclamación pero entienden la dificultad de poner de acuerdo a un grupo tan grande de personas.