Monte El Viejo, un gran privilegio de la ciudad
La Firma de Celia Gabarri
Monte El Viejo, un gran privilegio de la ciudad
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Palencia
Si hay un lugar del que estoy orgullosa de nuestra ciudad es el Monte El Viejo.
Que afortunados somos de a tan solo a siete kilómetros poder disfrutar de un paraje natural y fabuloso.
Poder tener un sitio de respiro y desconexión en plena naturaleza. Un lugar para poder disfrutarlo en cualquier época del año, ya que en verano tenemos piscina. Existe la opción de hacer rutas de senderismo totalmente señalizadas y actividades deportivas.
En 2005 el Monte El Viejo fue declarado Zona Natural de Interés Especial y Esparcimiento figura de protección, recogida en la Red de Espacios Naturales de Castilla y León.
El monte a lo largo de su existencia ha servido de sustento para los hombres y mujeres que vivían en la ciudad o sus proximidades, bien a través de la generación de pastos, tierras de cultivo, ganadería trashumante, extracción de piedra para cantería y obras públicas, y sobre todo leñas y carboneos con la madera de los bosques de encina y roble, en la actualidad estas prácticas no se permiten, por la protección del mismo.
Los palentinos siempre recordaremos el monte El Viejo por sus peculiaridades como la Casa Pequeña y los porrones, un placer poder disfrutar de la naturaleza de las vistas de Palencia mientras tomabas un porrón de cerveza y comías unas pipas, era una parada obligatoria.
Ahora mismo ya no hay ese servicio porque, la verdad, es que no era ni un establecimiento hostelero. También tenemos el refugio que allí siempre ha existido un restaurante en toda regla y que los domingos acudías a comer al monte y pasabas allí todo el día.
Pero, de entre todas las atracciones, sin duda, la que más renombre ha adquirido con el paso de los años es la reserva natural de ciervos, que fue instaurada por el Instituto Natural para la Conservación de la Naturaleza hace casi 50 años. Cuando cae el otoño, subir al Monte el Viejo para contemplar el apareamiento de estos ejemplares es maravillosos.
El fenómeno de la berrea que tenemos la gran oportunidad de observar sin ningún problema, los choques entre los machos para poder ostentar el mayor número de hembras y los berridos. Un espectáculo que se puede visualizar perfectamente tanto al anochecer como al amanecer.
Visitar a los ciervos se hace durante todo el año, todos preparamos pan, verduras para dárselo en la propia boca, pero ahora durante la berrea se visitan aún más.
Desde luego, cumplen un fin recreativo para palentinos y visitantes que sólo tienen que coger la carretera que lleva directa al Monte y contemplar estos bellos animales.
Por ello creo que es labor de todos y todas mantener este espacio natural protegido, habría que aunar esfuerzos para rehabilitar los circuitos deportivos, instalar rutas nuevas de pie y bicicletas, potenciar la hostelería en el lugar ya que, podría ser un gran activador económico de la ciudad.
Cuidemos nuestro Monte El Viejo, no todas la cuidades tienen este privilegio un espacio ideal para disfrutarlo.
Saludos y sonrisas y hasta la semana que viene.