Sociedad
Fauna salvaje

La Universidad de Burgos muestra la otra cara del lobo

El taller "Aprendiendo con lobos" quiere ser una ''experiencia única para derribar mitos''

Un taller de la Universidad de Burgos que busca romper mitos sobre el lobo / J.Martín Ayuso

Burgos

''Tres lobos de los Cárpatos hicieron las delicias de los más de 70 asistentes al taller “Aprendiendo con lobos”, promovido por la Residencia Universitaria Camino de Santiago (RUCS) de la Universidad de Burgos''. Así comienza su comunicado la UBU.

Como explicó Jaime Santamaría Vega, director de la RUCS, el objetivo no es solo concienciar sobre el medio ambiente y la protección animal, sino también acercarse a la comunidad burgalesa. “Para nosotros es muy importante que las puertas de la residencia se abran, para que no solo universitarios, sino también estudiantes de institutos y familias, vean lo que hacemos y cómo la educación universitaria trasciende más allá de las aulas”, señaló.

Luis Miguel Ramos, propietario de la Residencia Canina Ramos desde hace 25 años, explicó la singularidad del taller, "no hay nadie más en España que lo haga. De hecho, estamos continuamente saliendo fuera de Burgos para llevar este conocimiento", comentó.

Ramos aclaró que los lobos presentados en el taller no era lobos ibéricos, debido a las restricciones que prohíben su cautiverio, y que el objetivo es difundir el conocimiento sobre el lobo como animal, más allá de otras consideraciones.

Taller organizado por la Universidad de Burgos como experiencia para derribar mitos

Taller organizado por la Universidad de Burgos como experiencia para derribar mitos / J. Martín Ayuso

Admirador confeso de Félix Rodríguez de la Fuente, a quien señalo como fuente de inspiración para adentrarse en este mundo, Ramos hizo hincapié en que, al igual que Félix, su único objetivo es desmitificar la imagen del lobo, ofreciendo al público la oportunidad de conocer a estos animales de cerca y romper con los estereotipos. “Al final del taller la gente se queda con la idea de que el lobo no es lo que se imaginaban. Esa es mi intención, que se quiten ese mito de agresividad y lo vean como un animal que intenta sobrevivir”, señaló.

En el taller también participó la bióloga Alicia de la Iglesia, que ofreció una visión más científica sobre el lobo, centrada en su comportamiento, ecología y hábitat. “El lobo es un animal muy emblemático en la península.

Es importante entender cómo interactúa con su entorno y cuál es su papel e importancia para el equilibrio ecológico", señaló. Alicia, que además es propietaria de la empresa de ecoturismo “Loras y Cañones” que opera en el norte de la provincia, aportó su experiencia como conocedora de la biodiversidad y señaló que iniciativas como esta son clave para cambiar la percepción que se tiene del lobo y fomentar una convivencia respetuosa entre humanos y fauna salvaje.

Tras la presentación sobre la morfología, costumbres, comportamiento, hábitos de caza y características físicas de las distintas especies de lobo, llegó el turno de las estrellas de la tarde, que pudieron pasear libremente entre los participantes, en gran parte, niños y niñas.

Elena Martín Marcos, de siete años y alumna de tercero de Primaria en Jesuitas, fue una de las asistentes que pudo disfrutar del contacto directo con estos animales. Elena aseguró que tenía la idea de que los lobos eran “muy fieros y me daban miedo” pero que ahora le parecen “muy bonitos e interesantes”. “Me ha gustado darles de comer en la mano y poder acariciarles. También he aprendido que son muy listos y saben cazar en manada, cuidan a los cachorros y pueden comunicarse con la cola”, asegura encantada, además de señalar a Lupe, la loba encargada de explorar para la manada, como su favorita.

Los usuarios de la residencia también tuvieron la oportunidad de contemplar de cerca a estos grandes depredadores. Ana, estudiante del grado en Diseño de Videojuegos, afirmó sonriente que "me ha encantado interactuar con los lobos, cosa que nunca había hecho". En el mismo sentido se manifiesta su compañera de estudios, Irati, que califica la experiencia de dar de comer o acariciar un lobo como "única", además de poner en valor el componente didáctico de la actividad.

Este componente formativo también fue destacado por otro de los residentes, Iyán, alumno de Comunicación Audiovisual, "está muy bien que primero informen de la parte teórica para que conozcamos un poco más a los animales”.

Otro estudiante de Comunicación, Unai, aseguró que “es una experiencia muy bonita, porque estamos acostumbrados a ver a los lobos como depredadores, pero aquí nos muestran como los educan, como se comportan. Una experiencia que no se tiene cualquier día, además está muy bien que venga gente de fuera de la Residencia para que interactúe con los lobos, sobre todo niños y niñas”.

En definitiva, el taller no solo ofreció una oportunidad única para interactuar con lobos, sino que también sirvió como una plataforma educativa para acercar a la sociedad burgalesa a la importancia de la conservación y el respeto por la fauna salvaje, concluye la información facilitada por la Universidad de Burgos.