El Centro de Investigación del Cáncer avanza contra el cáncer de pulmón

Los investigadores del CIC han analizado distintos tipos de cáncer de pulmón adquiriendo conclusiones sobre nuevos tratamientos posibles

Salamanca

El Centro de Investigación del Cáncer de la Universidad de Salamanca vuelve a destacar por sus investigaciones, en esta ocasión contra el cáncer de pulmón.

En las últimas décadas, el conocimiento genómico y molecular del cáncer que se ha ido realizando ha permitido la identificación de nuevos genes causantes de la enfermedad, y su desarrollo. Gracias a esto se han podido diseñar nuevas opciones terapéuticas más eficaces y menos toxicas para el paciente.

Estas terapias reciben el nombre de medicina de precisión o personalizada, ya que se adaptan a las características concretas del tumor de cada paciente. En este contexto, el adenocarcinoma de pulmón es un caso ilustrativo, con un importante aumento de las terapias dirigidas aprobadas por las autoridades reguladoras e incorporadas al repertorio hospitalario durante la última década.

Lamentablemente, a pesar de que estas terapias induzcan respuestas clínicas más eficaces que las opciones inespecíficas, como la quimioterapia, su duración es limitada y una gran mayoría de los tumores vuelven a progresar al convertirse en insensibles al tratamiento. Esta es la razón por la que es necesario investigar y entender los mecanismos moleculares causantes de la resistencia terapéutica con objeto de identificar potenciales vulnerabilidades que pudieran resultar en tratamientos nuevamente eficaces.

El grupo coordinado por David Santamaría han abordado este problema en dos subtipos de adenocarcinoma de pulmón y, en consecuencia, tratados con terapias específicas para cada caso.

El estudio se centra en la mutación oncogénica más frecuente en esta enfermedad y causante de una cuarta parte de todos los casos de adenocarcinoma pulmonar.

Los primeros medicamentos específicos recibieron aprobación en 2021 para su uso clínico y, desde entonces, diversos estudios han descrito alteraciones tumorales que podrían explicar la resistencia a los mismos en un 50% de los pacientes. En el presente trabajo, el grupo del CIC y sus colaboradores han accedido a muestras tumorales pareadas, es decir, obtenidas previamente al inicio del tratamiento, así como posteriormente en el momento de la progresión de la enfermedad. El estudio comparativo de esta colección ha permitido identificar mecanismos de adaptación que, en ausencia de nuevas mutaciones, permiten convertir a estos tumores en resistentes al tratamiento.

CONCLUSIONES

Las conclusiones principales del estudio son dos: por un lado, los investigadores han encontrado evidencias que indicarían que estos mecanismos adaptativos son relativamente frecuentes y podrían ser la base molecular de una parte considerable de los tumores resistentes sin causa identificada hasta la fecha. Por otro lado, y quizá el aspecto más relevante desde un punto de vista asistencial, se ha demostrado que un nuevo medicamento, actualmente en proceso temprano de evaluación clínica, es efectivo y suprime la progresión tumoral causada por estos mecanismos adaptativos.

En paralelo, este equipo ha abordado la misma problemática en tumores BRAF V600E. Mediante el empleo de modelos animales el estudio demuestra que fármacos inhibidores de GPX4 elevan el estrés oxidativo hasta umbrales letales que impiden la progresión tumoral y retardan, en gran medida, la evolución de los tumores resistentes. Lamentablemente, a diferencia de KRAS G12C, no existen actualmente fármacos contra GPX4 lo suficientemente avanzados como para permitir su uso en pacientes. Este estudio, por tanto, ha identificado y validado una posible diana terapéutica que necesitará del desarrollo a futuro de una nueva generación de inhibidores.