Sociedad
Discapacidad intelectual

El centro ocupacional de Lerma aspira a un piso tutelado para los usuarios con discapacidad intelectual que se quedan solos

Cajaviva Caja Rural de Burgos donará algo más de 7.500 euros para renovar la furgoneta que traslada a los usuarios de este centro comarcal

Trabajos artesanos de los usuarios del Centro ocupacional de Lerma / Radio Castilla

Burgos

El Centro Ocupacional de Lerma necesita pisos tutelados para las personas con discapacidad intelectual que atiende, que van envejeciendo y quedan sin el respaldo familiar. Es un servicio con escasos recursos, que se ocupa en este momento de 12 personas de 7 localidades de la comarca. Les ofrece formación en habilidades para su vida diaria y en su inserción laboral. Producen artículos artesanos en dos talleres de mimbre y textil.

La preocupación en el futuro inmediato es procurar cierta autonomía a las personas que necesitarán un hogar o apoyos en el transporte al centro ocupacional desde sus pueblos. El gerente, Francisco Caro, añade a sus carencias, la urgencia de renovar la furgoneta que traslada a los usuarios y que, gracias a la aportación de 7.560 euros de Caja Viva Caja Rural, podrán suplir.

La Fundación Centro Ocupacional de Lerma, presidida por la alcaldesa de la localidad, está en conversaciones con el propio ayuntamiento para conseguir alguna vivienda tutelada que pueda servir a los usuarios adultos.

El presidente de Cajaviva Caja Rural, Jesús Hontoria, ha lamentado el escaso nivel de inserción de las personas con discapacidad intelectual, que no llega al 30%, a pesar de los esfuerzos de diversas entidades por favorecer la empleabilidad de este colectivo, que sufre todavía el mayor rechazo de la sociedad de todos los grupos de personas con discapacidad.

El Centro Ocupacional de Lerma aspira a recuperar la actividad productiva que ha tenido años atrás, cuando elaboraban materiales para una empresa constructora, que la crisis del ladrillo frustró. También recibieron una propuesta del Grupo Asti, que tuvieron que rechazar por falta de especialización.

La realidad de los centros de atención a la discapacidad síquica es heterogénea en la provincia, señala Francisco Caro, con estructuras muy sólidas en algunas comarcas, junto a organizaciones muy precarias, para prestar un servicio importante para estas personas que, hasta hace no tanto tiempo, se les escondía en casa por vergüenza, y más en los pueblos, mientras ahora se sienten útiles.