Cruz Roja cumple 150 años en Ávila

Ávila

La primera sede Cruz Roja en Ávila estuvo en la Puerta del Alcázar de la muralla. Fue el Hospital Ultramar donde se atendía a los heridos que regresaban de lo que se conoció como la Guerra de Cuba. Se iniciaba el último tercio del siglo XIX. 150 años después Cruz Roja está preparando la inminente mudanza a la nueva sede ubicada en la Calle Hornos Caleros y que esperan ocupar antes de que finalice este 2024.

Este martes 29 de octubre, Cruz Roja Ávila ha celebrado una gala para compartir con la sociedad abulense este particular cumpleaños de una organización que había comenzado su labor en nuestro país solo diez años antes. "Entonces fue un pequeño grupo de abulenses el que decidió poner la Cruz Roja en marcha. Esas personas pertenecían a la élite abulense, pero con el paso de los años, todo tipo de personas somos bienvenidos y tenemos algo que aportar" dice Mercedes Martínez, la actual presidenta provincial de Cruz Roja y una de los 1.100 voluntarios que la ONG tiene en Ávila.

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Una gala donde se entregaban siete premios, uno por cada uno de los principios fundamentales que rigen la Cruz Roja. El premio Humanidad ha recaído en la Asociación de Periodistas de Ávila, el premio Voluntariado ha sido para la Protectora Huellas, el premio Unidad para Escuela Nacional de Policía, el premio independencia para la Fundación Ávila, el premio Neutralidad ha sido para Aredis, el premio Imparcialidad para Nuevo Amanecer y el premio Universalidad ha sido para la Universidad de Salamanca.

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"Los premiados han sido escogidos con mucho cariño porque todos tiene que ver con la Cruz Roja, con nuestra trayectoria. Llevamos trabajando y colaborando durante mucho tiempo con ellos y, de alguna manera, queremos poner en valor esa colaboración y esa sinergia con todos estos colectivos y entidades" dice la presidenta provincial.

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Y el futuro pasa por la nueva sede. "Estamos con pequeños flecos para irnos. Lo tenemos todo preparado. El mes que viene. Empezamos la mudanza ya" dice Mercedes con entusiasmo, una presidenta que espera poderse 'comerse los turrones' en las nuevas instalaciones.