La construcción del Colegio de Huérfanos Ferroviarios

Ávila

Desde 1923, la ciudad de Ávila se postulaba como sede de un Colegio de Huérfanos Ferroviarios. No fue hasta 22 años después, en enero de 1945 cuando se firmó, en el Ayuntamiento, la escritura de cesión de un terreno a la Asociación de Huérfanos Ferroviarios en las inmediaciones del Monasterio de la Encarnación. Se preveía la construcción de un edificio de 4 plantas y 200 plazas de capacidad.

El presupuesto del proyecto era de cuatro millones de pesetas y dos años de duración de las obras. Era alcalde de Ávila por aquel entonces, José Tomé. En dos o tres meses se esperaba poder la primera piedra de un proyecto realizado por Francisco Alonso Martos. Fue el 26 de abril cuando se produjo ese hecho. En septiembre se adjudicaba a la empresa Pérez Cela la obra.

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Era un colegio, solo masculino, para niños de entre 8 y 18 años y en régimen de internado. El lunes 2 de julio de 1956 sería cuando se inauguró el edificio, once años después de la colocación de la primera piedra. Fue el sexto edificio de estas características (Colegio de Huérfanos Ferroviarios) que se construía en España.

La inauguración fue realizada por la esposa de Francisco Franco, Carmen Polo, en plena dictadura. El edificio cumpliría su función durante más de veinte años, hasta el mes de junio de 1979. Posteriormente, se haría cargo del edificio la Diputación Provincial de Ávila, centralizando allí la Fundación Cultural Santa Teresa y cediendo a la UNED dependencias para ubicar el Centro Asociado a esta universidad.

Un futuro universitario que continuó con su cesión a la Universidad Católica de Ávila, UCAV desde su creación. Actualmente, la Diputación lo ha puesto en venta por un precio de 18 millones de euros con la condición de mantener esa finalidad educativa durante los próximos años.

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De la historia de este antiguo Colegio de Huérfanos Ferroviarios no hablaba Sonsoles Sánchez Reyes en su último Abulenses Lejanos en Hoy por Hoy Ávila.