Laberinto sin salida para Virginia Martínez y la Arandina: el club debe celebrar elecciones pese al proceso de la SAD
La presidenta obvió responder en el pleno de este lunes sobre su condición al frente del club. La institución "tiene que elegir los órganos de gobierno correspondientes"
Laberinto sin salida para Virginia Martínez y la Arandina: el club debe celebrar elecciones pese al proceso de la SAD
Aranda de Duero
La situación que rodea a la Arandina Club de Fútbol se complica a pasos agigantados para una directiva que no ha dado media vuelta en sus firmes intenciones de transformar al club en SAD. El último episodio en el ámbito extradeportivo tenía lugar este lunes en el pleno del Ayuntamiento de Aranda. En el turno de ruegos y preguntas, un miembro de Unión Arandina y padre de varios canteranos preguntaba educadamente a Virginia Martínez -concejal electa en dicha institución- si era presidenta o no del club. Martínez rehuía responder esa cuestión que tiene un por qué. En el registro de entidades deportivas de la Junta figura como tal, en contra de lo que aseguró y presentó el club al Ayuntamiento el 5 de enero, describiendo que la cúpula de la entidad ribereña había cambiado desde mediados de 2023 y que Virginia ya no era la máxima autoridad -algo no comunicado a los socios, ni votado por ellos en asamblea, por cierto-. A efectos legales Martínez es por tanto presidenta. Y así también se le presenta tanto en la última y polémica reunión de socios, como en las propias redes sociales del club. Asunto zanjado. Ahora, falta por ver si su posición como presidenta y concejal a la par, no incurre en ilegalidad para recibir los 190.000 euros acordados en el contrato de patrocinio de Copa del Rey antes del partido del Real Madrid, cuestión esta por la que el proceso de pago ha quedado paralizado por el momento por el Ayuntamiento, que no va a firmar nada que le comprometa.
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Asamblea
Hay otras cuestiones también sobre la mesa. Y todo ello con dos estatutos diferentes a los que esta redacción ha tenido acceso. Unos con el sello de la Junta, otros facilitados por el club que no lo incluye. En los primeros, respecto a la limitación de socios, se dice que el número es "ilimitado" salvo por la situación de que la cifra superara a la capacidad de la instalación en la que se juegan los partidos (que no es el caso). En los otros, se añade a lo anterior "someter a la asamblea la admisión de cualquier nueva solicitud". A mayores de esto, se pone en tela de juicio el acceso en la asamblea. Socios del pasado curso aseguraban en la entrada que no podían acceder -cuando se votaban cuestiones de la pasada temporada-; tampoco los abonados en forma de oyentes, pero sí pudieron hacerlo jugadores de la primera plantilla.
Y llega el momento de la votación. El pasado curso había 60 socios en la entidad, según se afirmó. Pero sin embargo, hubo 36 votos en contra del proceso de conversión en SAD. Si los estatutos ratificados por la Junta aseveran que debe haber "un año de antigüedad" para poder ejercer el derecho al voto... ¿Cómo se explica que saliera adelante la propuesta? Es conocido que se hizo uso de votos delegados (que no fueron acreditados frente al resto de los presentes, por cierto, mientras los que asistieron incluso con votos delegados debieron presentar toda la documentación) para sacar adelante la transformación. Pero se entiende que para lograrlo, se hizo uso de nuevos socios, a pesar de que la campaña fuera suspendida, y sin que todos ellos pasaran en votación por la asamblea -siguiendo los nuevos estatutos-, como sí lo iban a hacer algunos según el orden del día.
Elecciones obligadas para la Arandina
Pero una de las cuestiones que más complican la transformación en SAD para la Arandina a día de hoy, es la obligatoriedad que la institución tiene de realizar este año -año olímpico- elecciones. Algo que debe realizarse independientemente del proceso de conversión, y que explica Ramón Terol, profesor de derecho en la Universidad de Alicante, y jurista reconocido en el mundo del deporte con una intachable trayectoria, que ya en su momento nos explicó lo que implicaba la conversión. "La vida continúa al margen de cualquier consideración. Los órganos de gobierno y representación se tienen que elegir democráticamente, y deben de hacerse en los tiempos que marcan los propios estatutos. La transformación del club en SAD y las elecciones son independientes. Que se tomen decisiones, que además tienen un recorrido largo como es este caso, no pueden paralizar la vida del club. Aunque hayan iniciado el proceso, la vida sigue, y se tiene que elegir los órganos de gobiernos correspondientes", refleja.
Y sobre la afectación que podrían suponer los acuerdos adoptados en asamblea en función de cómo se desarrolle tanto la denuncia presentada previamente por Unión Arandina ante la Junta Directiva, como la impugnación de la asamblea, Terol también es claro. "Las impugnaciones de asociaciones tiene su sede natural en la jurisdicción civil. Habrá que esperar a lo que diga su Señoría. Pero tiene capacidad para anular acuerdos. Y otro plano es el penal, donde se dilucida si los administraciones o gestores han podido cometer delitos, y se depuran responsabilidades a ese nivel... ¿Que luego ese delito se acredita que ha significado que se hayan adoptado ciertos acuerdos en la comisión del mismo? Pues habrá que ir con la sentencia para hacer valer la nulidad, pero son dos planos distintos", sentencia, dejando claro que en todo caso "entramos en un proceso con tiempos largos".
Comunicado
Entre tanto, en las últimas horas surgía este comunicado de Unión Arandina en relación a la situación de las camisetas de las categorías inferiores, así como lo sucedido en la jornada de este lunes en el pleno.
El espacio al completo puede reproducirse en el audio superior.
Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en...