Sociedad
Iglesia católica

La Iglesia de Burgos reclama a las administraciones públicas que cumplan su obligación con los más pobres

La archidiócesis seguirá optando a las subvenciones del Ayuntamiento de Burgos, que ha recortado sus aportaciones a varias entidades sociales que trabajan con inmigrantes y colectivos vulnerables

El Vicario General, Carlos Izquierdo, entre Mariola Rilova (dcha) y Mónica Martínez, delegada de Cáritas en Lerma / Radio Castilla

Burgos

La Iglesia Católica seguirá reclamando a la administración pública que cumpla su obligación con los más vulnerables, tras conocer el recorte de ayudas que el Ayuntamiento de Burgos prepara en su presupuesto 2025, en el que se quedan sin cobertura económica entidades que trabajan con inmigrantes y colectivos desfavorecidos.

El Vicario General de la Archidiócesis, Carlos Izquierdo, cree que los más necesitados deben ser los primeros en recibir la atención de los poderes públicos, que no son solo los que vienen de fuera, sino también ayudar a los pobres que son de aquí.

''Como la obligación de las carreteras o la obligación de los servicios públicos, pues lógicamente las personas vulnerables es una obligación de la administración pública, pero bueno, y nosotros seguiremos haciendo lo que tenemos que hacer y reclamaremos una y otra vez que los más necesitados son precisamente los primeros y sobre todo que ya no es gente que viene es gente que está aquí''.

El Vicario General añade que en el caso de la inmigración, supone un número muy importante, que están en ese proceso de regularización, que están trabajando, y Burgos ya es un lugar donde precisamente hay una población muy significativa.

La ecónoma de la Iglesia en Burgos, Mariola Rilova, elogia la gestión que las oenegés diocesanas hacen en favor de los más vulnerables, más eficiente y fiable que si lo hace el sistema público.

De modo que, por cada euro que reciben, lo estiran hasta los 2,5 euros, según la ecónoma, quien asegura que si la Iglesia suprimiera los recursos que destina a paliar la pobreza, la situación social sería caótica.

Los responsables de la Archidiócesis continuará con la actividad caritativa y asistencial con programas en los que más de 21.500 personas fueron asistidos en más de un centenar de centros de la provincia. Seguirán presentando proyectos a las convocatorias públicas para obtener financiación que, por ejemplo, también ha sido recortada en el campo de las misiones en el extranjero, donde trabajan 770 hombres y mujeres de Burgos.