La tragedia de la Dana
Las Claves de Pedro Brouilhet, párroco solidario del barrio de San Antonio y Grijota (Palencia)
La tragedia de la Dana
Palencia
Ante la tragedia de la Dana, la muerte y la desidia política con unas consecuencias que no podemos prever en los próximos meses y que se puede llevar a toda una generación de políticos, ha emergido lo mejor del ser humano ahondando en el principio básico de que todos nos necesitamos, que solos no somos nadie y que la llama de la esperanza jamás será apagada.
Ante lo acontecido en Valencia y en Estados Unidos, es momento de imaginar una nueva sociedad, cimentada sobre roca firma, dónde no dejemos a nadie en la cuneta, en la que nos podamos mirar de frente a los ojos y en las que nos podamos abrazar, sabiendo que la persona es lo primero. Quiero imaginarme un mundo y una sociedad que sea una fraternidad universal dónde todos rememos al mismo compás, desde la diversidad y la pluralidad, nunca desde la uniformidad.
Como dice Quino, el autor de Mafalda: “para convivir con la gente es importante la comprensión y el respeto. Además de no creer que uno es mejor que nadie”.
Les pido a nuestros dirigentes que dialoguen, busquen puntos de unión y no generen odio en la población. Les pido y me pido a mí que seamos capaces de perdonar, escuchar, acoger…
Y no nos olvidemos de esta tragedia, porque va para largo. Con el tiempo es donde tendremos que seguir siendo más solidarios.