Óscar, bombero de Valladolid desplazado en Valencia: "La gente nos decía que esto parecía un tsunami"

Valladolid

La solidaridad no conoce de fronteras ni de límites territoriales, autonómicos o provinciales. Por ello, en las localidades de la Comunidad Valenciana afectadas por la DANA que ha afectado al este y sur del país, se pueden ver trabajar, a la vez, bomberos de Valladolid, Salamanca, Sevilla, Lorca, Oviedo, Málaga,... Todos, con un objetivo común: tratar de regresar a la ansiada normalidad a los vecinos y vecinas de municipios que han quedado arrasados.

Allí continúa una dotación del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Valladolid: van rotando, cuando unos efectivos regresan a Valladolid, otros emprenden su viaje a la Comunidad Valenciana.

Precisamente a Valladolid acaba de regresar Óscar, bombero del Ayuntamiento de Valladolid que ha estado en varias localidades afectadas: "No se puede comparar con ninguna otra inundación. "La gente te decía que esto no era una riada, que ha sido como un tsunami".

También ha participado en las labores de extracción de agua en el parking subterráneo del Centro Comercial Bonaire: "Se presuponía que podía haber 800 coches con un volumen de gente muy grande. Al entrar comprobaron que no coincidía con lo que se esperaba".

Óscar relata dónde se han encontrado los efectivos los momentos más fuertes: "Las emociones las tienes más en las localidades porque allí tienes el contacto directo con la gente que te cuenta sus testimonios".

El miembro del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Valladolid explica que los ciudadanos de las localidades afectadas "se desvivían por darte las gracias, todo el día, constantemente". Manifiesta Óscar que los vecinos están "todo el rato pendientes si necesitas algo, comida o alojamiento".

Una de las mayores dificultades que se están encontrando ahora es la coordinación de todos los efectivos desplazados a la zona: "Llega un momento que el volumen es muy grande ya no solo de bomberos; también policías, militares... Lo más difícil es coordinar".

En este sentido, sostiene Óscar que "hay que dar tiempo" a que la situación se estabilice: "Esto es como un engranaje que va cogiendo inercia".

La labor de los voluntarios también es difícil de coordinar: "Hay muchos voluntarios que no pasan por un puesto de mando que te asignan una zona. La gente se acerca y te dice: ¿Qué puedo hacer?".

El número de voluntarios sigue en aumento y, explica el bombero vallisoletano, es algo que crece cada minuto: "De hoy a mañana una zona que parece que hay pocos medios al día siguiente está desbordado".