La vida sigue igual en Getafe
El Real Valladolid cae 2-0 incidiendo es sus fallos y en su incapacidad para competir en Primera
Valladolid
El Real Valladolid tenía marcado en rojo su visita al Coliseum pero acabó como casi siempre, perdiendo y dando una imagen que no se corresponde a la categoría. Y no es por falta de esfuerzo, simplemente es porque parece no llegar con una plantilla falta de talento y sin capacidad para reaccionar a sus propios fallos, provocados en gran media por su falta de confianza y de contundencia en el área.
Y eso que durante la primera parte el plan de partido parecía funcionarle. El Getafe no llegó y el equipo de Pezzolano logró salir en velocidad con Moro y Sylla como protagonistas fabricando al contragolpe dos claras oportunidades de gol. La primera acabó en fuera de juego, la segunda con un flojo remate del delantero. Poco más.
De camino al vestuario Pezzolano, que ya había visto una amarilla demasiado rigurosa en la primera mitad tras una pequeña trifulca entre banquillos, se dirigió a Bordalás, este se revolvió y el árbitro sentenció con amarilla para ambos, en el caso del entrenador del Valladolid, la segunda y la consiguiente expulsión.
Tras el paso por el vestuario,el Real Valladolid lejos de estirarse se aculó aún más y claro, solo por insistencia, el Getafe abrió el marcador con un gol de Álvaro Rodriguez en el 70' y tres minutos más tarde sentenció con otro de Nyom, ambos tras fallos en el marcaje y en la salida de balón. De ahí al final, la nada.
El equipo de Pezzolano, que no acudió a la cita con la prensa tras el partido, no tuvo ni arrestos ni capacidad para intentarlo en la fase final. Los cambios, lejos de sumar restaron y el equipo vio como servía de aspirina a un rival directo que ganó cómodamente sin hacer un gran esfuerzo y con lo justo. La vida para el Real Valladolid sigue igual, sin cambios a la vista, con jugadores muy caros que ni siquiera viajan y por un camino que no puede llevarle a nada bueno.