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Política municipal

La alcaldesa de Burgos se complica el mandato tras perder en el pleno la 'Cuestión de Confianza'

Cristina Ayala apuesta por acuerdos puntuales con PSOE y Vox para seguir gobernando en minoría

La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, ha perdido la 'Cuestión de Confianza' planteada al pleno con los votos de PSOE y Vox / Ayuntamiento Burgos

Burgos

La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, apuesta por buscar acuerdos puntuales con PSOE y Vox para seguir gobernando en minoría el Ayuntamiento de Burgos. Tras perder la confianza de la mayor parte de la corporación en un pleno breve, pero bronco, Ayala explicó que no está dispuesta a llegar a un gran acuerdo como pedía el PSOE, sino a sacar los proyectos uno a uno o en pequeños paquetes.

En el pleno, se evidenciaron las diferencias en las relaciones que mantienen el PSOE y Vox con el equipo de gobierno. Frente al tono duro de las intervenciones del PSOE pidiendo la dimisión de Cristina Ayala y llamándola “prepotente”, desde Vox se anunciaba una “oposición firme pero responsable”. La propia alcaldesa agradeció tras el pleno el “papel sereno” de los concejales del grupo popular y la lealtad de Vox y su trabajo mientras han sido socios de gobierno, al tiempo que criticaba la actitud del PSOE, algunos de cuyos concejales llegaron a pedir a gritos su dimisión.

Durante el pleno, el portavoz del PSOE, Daniel de la Rosa, pidió la dimisión de la alcaldesa por perder una Cuestión de Confianza vinculada a los presupuestos para 2025. Mientras, Ayala insistió en que su decisión ha sido anteponer el interés de la ciudad por contar con un buen presupuesto a su propio mantenimiento en el cargo.

Sin embargo, PSOE y Vox ya han descartado dar el siguiente paso, que sería la presentación de una moción de censura antes de 30 días Ninguno de los dos grupos está dispuesto a firmar con el otro un acuerdo para presentar esa moción, que debería ir acompañada de la propuesta de un candidato común a la alcaldía. De hecho, la alcaldesa pidió a ambos que, dado que coinciden en que no presentarán juntos la moción de censura, firmen un escrito reconociéndolo para no tener que esperar los treinta días que marca la ley para que los presupuestos sean aprobados automáticamente.

Es ahí, precisamente, donde se encuentra la principal duda. Ni los juristas ni los tribunales superiores de justicia autonómicos se ponen de acuerdo para determinar si esa aprobación automática de los presupuestos es definitiva o una aprobación inicial tras la que tendría que abrirse un periodo de alegaciones y volver a llevar el documento al pleno. Será el secretario municipal el que emita un informe al respecto, cuyo contenido será asumido por el equipo de gobierno.

Las posiciones en torno a este asunto son tan diversas que el Ayuntamiento de Barcelona ha vivido ya cuatro cuestiones de confianza y siempre ha procedido a la aprobación definitiva del presupuesto. Sin embargo, tras la Cuestión de Confianza en el Ayuntamiento de Sevilla solo se produjo la aprobación inicial del presupuesto.

La alcaldesa insistió también en pedir responsabilidad a los dos grupos de la oposición por el bien de los grandes proyectos para la ciudad. Aclaró que el presupuesto no contempla la totalidad de las partidas necesarias para algunos de esos grandes proyectos, cuya financiación requeriría algún modificado en el pleno municipal. De no lograrse, adelantó su intención de dotar esas partidas para el presupuesto de 2026 y aprobarlo, “si es necesario, con otra Cuestión de Confianza”. Aunque eso no podría hacerlo si la aprobación del presupuesto de 2025 es inicial, porque para su aprobación definitiva tendría que someterse a otra Cuestión de Confianza, con lo que habría agotado las dos que pueden presentarse en un solo mandato.