Se acaba la racha del Zamora CF en Vigo
Los errores individuales condenan a los de Sabas que tuvieron muchas llegadas pero no generaron excesivo peligro
Llegaba el Zamora a Vigo sin delantero puro y eso obligaba a Sabas durante los noventa minutos a modificar su esquema habitual dando entrada de inicio a Luis Rivas arriba y después, como en Barcelona, dejando arriba a Kike Márquez. Y en el inicio le funcionó la táctica a Sabas con mucha movilidad de Rivas, Rufo o Kike permitía a los zamoranos acumular llegadas aunque sin ocasiones claras de gol.
Dominio rojiblanco que con el paso de los minutos fue descendiendo hasta igualarse y aparecer el filial del Celta cerca del área de Sobrón. Se empezaba a quejar el cuadro zamorano de las faltas de los vigueses y su falta de tarjetas, más por acumulación que por su gravedad, aunque una cercana a la portería visitante sí podría haberlo sido.
El paso de los minutos llevaba el encuentro más hacia el filial celtista que hacia los rojiblancos pero la más clara del primer tiempo la tuvo Sergio Nieto tras un centro de Rufo que sacó el portero a saque de esquina. Y en un saque de esquina, mucho más tarde, llegaría el gol del Celta Fortuna en un despiste defensivo en las marcas que dejaba un hombre solo y Óscar Marcos no fallaba.
Y ese gol en el segundo tiempo sería clave no solo para el partido sino para el devenir del mismo porque a partir de ahí las dos escuadras cambiarían su juego. El Zamora CF porque empezó a acumular jugones en el campo y el Celta Fortuna intentaba matar a la contra. Joel Priego, Tresaco, Mancebo o Karlo y el balón lo monopolizó el Zamora mientras el Celta tuvo varias contras claras para poner el 2-0.
Los zamoranos centraban, llegaban cerca del área y ahí erraban. No era el día de ninguno de los jugadores por lo que las ocasiones se iban al limbo. Llegaba el tiempo de descuento y el Zamora creía en el empate y arriesgaba con Bolo de nueve, con Fermín casi en el centro del campo y con un arsenal ofensivo.
Sin embargo, un error de Fermín en la salida permitía a Emilio poner el 2-0 definitivo con el que se cerró el partido y tiraba un jarro de agua fría sobre el centenar de aficionados rojiblancos presentes en Balaidos. Un estadio de Primera División donde los zamoranos no estuvieron solos pero vieron como se rompía la racha del cuadro de Sabas que ahora es duodécimo aunque sigue soñando con un play-off que queda a tres puntos y mirando al descenso que queda a dos puntos.
