El Pucela también sufre en Ávila y sentencia en la prorroga

Valladolid

El Real Valladolid se clasificó para la siguiente fase de la Copa del Rey. Lo hizo en la prorroga, sin ofrecer ningún síntoma de mejoría y sufriendo en un partido que nunca tuvo controlado y ante un rival ambicioso que solo cedió cuando se le agotó la gasolina en la segunda parte de la prorroga.

El gol de Latasa en minuto 15 invitaba a pensar en una noche plácida para el Real Valladolid que dominó durante el inicio. Pero fue un espejismo. El Ávila se empezó a estirar a la vez que los visitantes volvían a hacerse pequeños. El primer tiempo terminó con el Ávila dominando el centro del campo y con un Real Valladolid al que empezaban a llegarle los fantasmas y miedos de siempre.

En la segunda mitad emergió la figura de Adri Carrión que con dos goles casi consecutivos (49' y 52') puso en evidencia las intenciones de unos y de otros y dio la vuelta al marcador y a la eliminatoria. Durante toda la segunda mitad vimos al Valladolid de casi siempre esta temporada. Incapaz de mirar hacia adelante, de dar tres pases seguidos y con un ritmo de balón muy parecido al de otras categorías. En realidad durante muchos minutos se vio un partido intenso con dos equipos de la misma Liga.

Álvaro Rubio acertó con los cambios porque la salida de Marcos André, Kike y sobre todo Iván Sánchez dio una vuelta de tuerca al equipo que sin grandes alardes logró empatar con un gol en boca de gol del brasileño El partido se fue a la prorroga.

El Real Valladolid logró por fin en la segunda parte del tiempo añadido imponerse en lo físico, todo lo contrario que su rival. Sentenció de nuevo Marcos André con un buen disparo cruzado y Kike justo antes de que el colegiado pitara el final del choque. Objetivo cumplido. Viaje cómodo aunque la eliminatoria reclamó mucho más desgaste de lo esperado y no despejó ninguna duda con respecto al juego del equipo.