Se encara la recta final de las obras de la carretera de Cervera a Cantabria por 9,7 millones de euros
La Consejería de Movilidad y Transformación Digital actúa en un tramo de 29,8 kilómetros para la renovación superficial del firme y dotar a la calzada de un ancho uniforme. Los trabajos comenzaron en 2022 y su finalización está prevista para junio de 2025
Imagen de las obras / jCyL
Palencia
La Junta de Castilla y León prevé finalizar en junio de 2025 las obras de mejora y renovación del firme de la CL-627, que comenzaron en 2022. Se trata de un tramo de 29,8 kilómetros que va de la localidad palentina de Cervera de Pisuerga al límite provincial con Cantabria. La inversión total es de 9,74 millones de euros.
El consejero de Movilidad y Transformación Digital ha visitado las obras de ensanche del puente en la localidad de Vañes. “Con la renovación del pavimento se mejora la seguridad vial de esta carretera”, ha explicado. “La ejecución de anti-ventisqueros, detectores de fauna en calzada y disuasores también dotan de una mayor seguridad a esta vía”, ha reiterado.
La obra se completa con la ampliación de la calzada, el saneo de blandones, el drenaje superficial y profundo de las cunetas y la instalación de barreras, balizamiento y señalización.
En esta obra se han ejecutado intervenciones en dos estructuras muy importantes de la vía:
Por un lado, la consolidación del puente de San Roque en Cervera de Pisuerga. La actuación consiste en la restitución a las condiciones originales de la estructura, ejecutando todas las actuaciones necesarias para reparar los daños estructurales y mejorar la durabilidad. Para ello, se ha realizado un ensillado de bóvedas y se han repuesto los volúmenes de piedra o sillares desaparecidos, especialmente en las pilas y tajamares. También se ha construido un pretil de piedra en toda la longitud del puente, eliminando reparaciones realizadas con mortero de cemento o ladrillo.
Por otro lado, el puente sobre el embalse de Requejada, en la localidad de Vañes. Esta infraestructura solo disponía de un carril de circulación que se utilizaba en sentido alternativo mediante regulación semafórica. Se ha procedido a su ensanche hasta conseguir un ancho de 7 metros, más una acera peatonal de 1,5 metros. De esta forma se facilita el tránsito de los vehículos en ambas direcciones y se independiza el tráfico peatonal del rodado. Se han instalados pretiles metálicos de seguridad, así como iluminación y la correspondiente barandilla peatonal.
En esta estructura se han ejecutado también trabajos de limpieza y eliminación de vegetación, saneo de desconchones y recomposición de volúmenes de hormigón perdidos en cimentaciones y alzados, protegiendo las zonas superiores que puedan tener contacto con los fundentes de la carretera con mortero tixotrópico.
