Una asamblea muy extensa, con anuncio de elecciones, y con respuestas y diálogo dentro, pero no fuera

Aranda de Duero

Diálogo. Definición: plática entre dos o más personas, que alternativamente manifiestan sus ideas o afectos. Pero no se produce cuando una de las dos partes no habla a la otra. Es lo que sucedió a las puertas de la asamblea de socios que tenía lugar este 10 de diciembre en torno a la Arandina CF. No era lo anunciado, ni en la SER, ni en la convocatoria de la pasada semana sin preguntas. O al menos en lo que uno entiende por diálogo. Por escuchar a la mayoritaria nota discordante. Porque a las puertas del Centro Tomás Pascual de Aranda, ciertamente no se permitió la entrada a socios cuya entrada en el club ha quedado suspendida, acusados de ser violentos. Tampoco a un socio, por ejemplo, que de forma reconocida tenía más de un año de antigüedad, a pesar de que esta es la cuestión que según los estatutos -los últimos, no sellados por la Junta- pegados en las puertas de cristal de la puerta sí permitían entrada en la reunión social. Tampoco se permitió paso a quienes delegaron su presencia o voto a un tercero. Se aludía a "violencia" nuevamente. Pero faltan las pruebas.

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Un segurata en la puerta decía, micrófono y pinganillo en línea directa con el secretario suplente, quién entraba y quién no. Ya dentro, con 31 socios registrados en un papel, el inicio de la asamblea. Se anunciaban 34 votos delegados. Algunos socios preguntaban sus nombres, pero no se brindaron nuevamente. Tampoco se pasó lista. Unas horas antes se anunció, por cierto, que finalmente habría votación.

Duro comienzo

Desde luego el inicio de la reunión social fue sorprendente. Se expuso a menores. Vídeos y fotos en los que se mostraban sin pixelar a canteranos (pidiendo a los medios que no grabaran dichas imágenes). Se les mostró en la jornada de protesta en la anterior asamblea, en las gradas en los duelos ante Palencia Cristo y CD Laguna, y también en las previas de los partidos de las categorías inferiores. "Es más que motivo para retomar conversaciones con quien quiera opinar", decía Francisco Galán.

"¿Esto no será un enfrentamiento personal? Porque se ha venido a dialogar pero no estamos dialogando", lamentaba un socio, que considera que mucha gente "no quiere acudir a ver al equipo porque dudan de la directiva y de las cuentas que presenta". La asamblea se derivaba, esta vez sí, con diálogo entre ese grupo de socios y Galán. "La diferenciación entre socios de honor, socios y abonados lleva así toda la vida", respondía inciertamente el secretario suplente -al menos hasta 2019 no-, que añadía que "hay gente que se quiere hacer de forma premeditada y con violencia socia", al igual que decía que "hay empresas y agentes interesados con hacerse con el control del club, de ahí que se haga el tema de la SAD, y nada tiene que ver con quienes protestaban fuera; quienes se manifiestan lo hacen con argumentos falsos y mentiras, vivimos presiones y amenazas". Ante estos comportamientos, pese a lo que se venía comentando, no habrá ninguna expulsión del club, sino que "siguiendo los estatutos", se aplica temporalmente "una acción simbólica, pero que no deje impune" a esas personas. Será con una 'suspensión' de tres meses en la condición de socio. Eso sí, sin ningún nombre de los 'acusados', ni tampoco nuevamente pruebas fehacientes de cada una de esas acciones... ¿Quién pondrá ese rasero? ¿Quién decide qué es violento y qué no?

Al respecto, Galán se refería a la comunicación que se enviaba precisamente a esos socios que han recibido esa 'suspensión' de su condición de socio. Enumeraba artículos de estatutos y régimen interno y aseguraba "cumplen los requisitos para ser expulsados, pero creemos que no debe ser así, no queremos imponer o someter a alguien a hacer algo que no quiere, y es la primera vez que hemos podido mostrarlo". Y se declaraba que se suspendiera con tres meses a esas personas. En torno a una decena, supuestamente.

Elecciones

Una de las cuestiones más exigidas eran las elecciones. Y al respecto ya hay aviso. "Vamos a convocar elecciones. En la máxima brevedad. Y vamos a matizar, para participar en los órganos del gobierno como requisito es tener un año de socio. Vamos a cumplir el reglamento, no daremos los datos públicamente salvo a los socios, donde habrá una lista sobre quiénes pueden participar según los estatutos. Y nosotros nos vamos a presentar. Seguiremos con más fuerzas que nunca. Y si hay más candidaturas, los socios decidirán. Pero necesitamos voluntarios, imparciales, para poder aportar en el proceso electoral", decía.

Órganos de gobierno

También había que valorar otras cuestiones, como la composición de los órganos de gobierno de la institución. Aquí, otra de las 'bombas'. Virginia Martínez reconocía que es la presidenta del club, pero no de la Junta Directiva, que se dice es Patricia del Cura y es quien "tiene la representación legal". Legalmente, esta redacción al menos tiene muchas dudas al respecto -el presidente que ha sido votado en un proceso electoral debiera ser el representante legal-. También se desconoce cuándo y quién votó favorablemente a ello, pues deberían haberlo aprobado los socios. Y entender por qué entonces Martínez ha tenido que ausentarse de los plenos de presupuestos del consistorio.

Se explicaba que el club tiene tres órganos, asamblea general -todos los socios con derecho a voto-, Junta Directiva (que dicen tiene la representación legal) y el presidente o presidenta, diferenciada de la Junta. "Yo era secretario de la Arandina, pero por problemas de salud dejé esas funciones", decía Galán. Así, se aseveraba que Christian Monzón es vocal, José Simón tesorero y Roberto Alcalde secretario.

Datos y SAD

Galán añadía haciendo referencia a la anterior asamblea que 76 era el número de socios del pasado curso. Desde luego, no cuadran las votaciones por tanto de la anterior asamblea cumpliendo con las exigencias del año de antigüedad de socio. Ante eso se explicaba que "excepcionalmente se permitió que entraran los nuevos socios al votar dos cuentas, las del año pasado pero también las presentes" pero que se tiene documentado "que aún quitando esos votos todo habría salido por igual". Luego hubo socios nuevos votando una cuestión tan trascendental como la SAD que no tenían validez para ejercer ese voto.

El paso siguiente precisamente fue la SAD. Virginia Martínez, esta vez, explicó que la transformación "permite gestionar a un club como una empresa, con mayores y mejores herramientas" y que habrá "numerosos beneficios" y "buenos ejemplos". Ahí algunos socios aportaron los ejemplos malos, porque los hay. "Ha habido ofertas pero ha llegado una lo suficientemente fiable", desvelaba Martínez. Pero sin explicar en base a qué, o a qué compromiso. "Nos comprometemos a hacer asambleas para que se presenten los proyectos. Diálogo abierto a toda la ciudadanía para ratificar la SAD. Explicar pros, contras y por qué hemos dado este paso", añadía.

Cuentas

Algunos socios lamentaban que "las cuentas no estén clarificadas ni explicadas" y que no se hayan desgranado. Se decía como respuesta que el aforo del partido ante el Madrid fue de 9.200 espectadores, si bien uno de los fondos "no se terminó de llenar". "La recaudación en venta de entradas fue 406.000 euros. El Cádiz, 24.129 euros. Y el Murcia, poco más de 5.000. Las taquillas están con IVA. Hubo asociaciones a las que como en cada partido habitual entregábamos entradas, solo que esta vez las aceptaron, e instituciones como el consistorio con el que también había que colaborar. Entrar en debate de eso es generar polémica y tensión. Durante la temporada regalamos entradas, se dejó de hacer por críticas. Y nos equivocamos por quitarlo. Hay que hacer ver a la gente que puede venir al fútbol. Ni siquiera en Copa del Rey venían”, detallaba el secretario suplente. "Habría que haber hecho una asamblea para dar todas estas explicaciones y te habrías librado de todo esto", le respondía un socio.

Pero sin ese dinero, ¿cómo subsiste la Arandina? "El club ha tenido ingresos extras, hay patrocinadores y personas que aportan su dinero al club, y vive de eso ahora, pero si no llega el dinero, el mes que viene estamos con deudas", advertía Galán.

Ayuntamiento

Sobre el dinero pendiente con el consistorio, se decía que "no hemos recibido dos cantidades importantísimas con las que contábamos". "Si no llegan, en unos meses tendremos que convocar una asamblea extraordinaria para decir que no hay dinero, y que qué hacemos. Pero la concejalía poco más pueda hacer. Hay que esperar a que Intervención dé por buena la documentación, que es correcta, con más de 50 hojas. Y el alcalde ha de levantar el reparo, que no lo conocemos, y dar por válido el contrato que firmó", seguía el secretario suplente, aseverando que la situación de los entrenadores "son colaboradores que de forma voluntaria colaboran con el equipo; no significa que no tengan gastos que hay que pagar, pero son los últimos, como pasa siempre, en recibir esos gastos, porque primero hemos de atender a las administraciones, los recursos ahora son los que son".

Son muchas preguntas a las que se le ha dado una respuesta, sí, pero ciertamente no sin sombras o falta de convicción. Con tiempo por delante para chequear. La amenaza de una nueva impugnación de la asamblea por lo sucedido. Y el miedo a que la Arandina deje de pertenecer a la ciudad para ser de unos pocos prosigue, a falta de que se explique en una nueva asamblea abierta a toda la ciudad. Esta duró... tres horas y media. Y sí, hubo diálogo. Pero no con todos.