Corazones amarillos

Palencia

Dice el eslogan de Tierra de Sabor, marca de calidad que creó hace años la que fue consejera de Agricultura, Silvia Clemente, que “desde las raíces de nuestra tierra, ponemos en valor la excelencia de los alimentos de Castilla y León”.

Pues bien. Sobre este asunto quiero hacer una reflexión. No puede ser que determinadas empresas pongan el corazón amarillo de Tierra de Sabor en su actividad, cuando no todo su proceso tiene su origen en nuestra comunidad autónoma, como obliga la marca al destacar entre sus principios el compromiso con el desarrollo local.

Por ejemplo, eso está ocurriendo con determinados operadores cerealistas, que además no pagan precios rentables y dignos. Otro de los objetivos iniciales de este proyecto.

El espíritu de Tierra de Sabor cuando se creó fue el de valorar, con una imagen tan potente como la del corazón amarillo, los productos de aquí, elaborados aquí y transformados aquí. Si no concurren esas circunstancias será otra cosa, pero no es Tierra de Sabor de Castilla y León.