Una semana sin comentario, se me acumulan los temas
La Firma de Javier Gómez Caloca, sociólogo
UNA SEMANA SIN COMENTARIO, SE ME ACUMULAN LOS TEMAS
Palencia
Buenos días, un viernes festivo, sin comentario, y los temas me atropellan.
Debo hablar, a fuer de ser 'pesao', del arreglo, tras 25 años de humillante espera, de la carretera de Cervera a Piedrasluengas, hecho con duros a cuatro pesetas. Ha tenido la primera inauguración de varias. En el camino, desde el proyecto de 2010, se han evaporado, entre otras mejoras, una capa de zahorra, dos capas de asfalto, el puente de Casavegas, las aceras y farolas en Piedrasluengas, donde, eso sí, nos han dejado la caseta sin bus, medio caída y con el tejado de chapa al viento. Ahora a confiar en el cambio climático y que los próximos tres inviernos sean benévolos con la tirita de asfalto que esconde la herida que hay debajo. Disfrútenla rápido, no durará mucho. El 2 de diciembre, tres años y dos meses después de su publicación en el BOE, entró en vigor el registro de viajeros en alojamientos y para alquiler de vehículos previsto en la normativa de protección de la seguridad ciudadana. Sustituye a una norma de ¡1959! cuando ni había ordenadores ni tarjetas de crédito ni bizum ni venían casi cien millones de turistas ni viajábamos tanto. En tres años a las empresas no les ha dado tiempo a prepararse. Ahora vienen con excusas y prisas: que si son muchos datos, que si retrasarán la atención al viajero, que si tendrán que subir los precios, ¿más todavía cuando, según su patronal, les han subido un 42% desde la pandemia o la semana pasada se pedían 500 € por alquilar un coche por un día en Tenerife?, que si es por nuestra privacidad, por nuestra libertad, carajo…
Los datos que deben registrar de los clientes son el nombre completo, el sexo, el DNI o pasaporte, la nacionalidad, la fecha de nacimiento, el lugar de residencia habitual y dirección completa, teléfono fijo y móvil, el correo electrónico, el número de viajeros que le acompañan y, si hay un menor de edad, la relación de parentesco. Además, los datos de la transacción, del medio de pago y su titular, fecha de caducidad de la tarjeta y fecha de pago. 13 datos personales frente a los 11 que se solicitaban antes; 8 datos personales y 5 sobre el pago.
Parece que a los clientes nos preocupa dar ésta información, pero no entregar el DNI toda la mañana o que se haga el pago con nuestra tarjeta fuera de nuestra vista.
Vamos, los mismos, o menos, datos que voluntariamente, aportamos en internet a cualquiera cada vez que damos el me gusta, aceptamos las cookies o tenemos por casa a la Roomba con cámara, que graba y transmite información en directo sobre la marca de gayumbos que usamos para que nos llegue publicidad de calzoncillos cuando se les rompa la cinturilla.
Nos hemos convertido en voluntarios y entusiastas trabajadores sin salario del nuevo Capitalismo de la vigilancia. Regalamos información, que sirve para predecir nuestros deseos y comportamientos futuros y, que los grandes capitalistas de la red, venden a otras empresas, para que se encarguen de fabricar los productos adecuados a nuestros gustos o para que los partidos políticos, en elecciones, nos inunden de publicidad segmentada. No queremos aportar datos al Estado por la seguridad de todos o para saber dónde nos alojamos en caso de catástrofe, pero nos hacemos esclavos, voluntarios, del capitalismo de la vigilancia, esa forma de capitalismo, esa forma de tiranía que se nutre de las personas, pero no es de las personas, que nos da mucho, pero nos quita más. Buena semana y no den tanto al me gusta o acepten cookies como si fueran para comer.