Anuar resucita Zorrilla
Anotó el gol de la victoria y fue el mejor del partido en una noche agónica en la que el Pucela sufrió tras la expulsión de Latasa
Valladolid
Anuar fue el gran protagonista de la noche. Anotó el gol de la victoria en el 20' de juego peleando un balón tras fallo defensivo del Valencia, no paró de correr y luchar cada balón hasta el pitido final demostrando que la especie en extinción de los jugadores que aguantan todo el partido sigue viva, y terminó llorando sobre el campo tras desgastarse al máximo y ver después de mucho tiempo la comunión completa de la grada con el equipo.
Es cierto que hubo poco fútbol, también que es muy difícil verlo con dos equipos tan necesitados y en semejante situación. El partido iba de otra cosa. De no perder los nervios, de cometer lo menos errores posibles y de acertar con la que tengas. El Real Valladolid cumplió con orden y entrega esas premisas y se llevó el partido.
El equipo de Álvaro Rubio tuvo que luchar contra la adversidad de la expulsión de Latasa en el 77' de juego. Primero vio la amarilla por protestar una de sus tan innumerables como poco efectivas luchas con el defensa y después, tras el paso por el monitor, la roja directa por un codazo claro. El delantero dejaba al equipo con 10 en el peor momento, con toda la artillería del Valencia sobre el campo y sin velocidad (Moro salió lesionado, al igual que Kike, otro de los destacados del partido) con Meseguer como hombre más adelantado.
Pero esta vez el Valladolid supo sufrir sacando cada uno de los centros que el Valencia puso sobre el área y de esta manera, a la heroica, ganar un partido que le hace asomar la cabeza con el cambio de entrenador (Diego Cocca vio el partido desde uno de los palcos del fondo) a la vista.