La patronal de Burgos, FAE, augura ''nubarrones'' a futuro por el éxodo de mano de obra y el aluvión de jubilaciones

Burgos

La provincia de Burgos ha perdido cerca de 6.000 personas en edad laboral, en el diferencial entre quienes se marcharon a trabajar a otros lugares y quienes llegaron, según advierte la Confederación de Asociaciones Empresariales, FAE, que observa este éxodo de mano de obra como una de las amenazas para la economía provincial.

Miguel Ángel Benavente, presidente de FAE, califica de cada vez más preocupantes la falta de personal para cubrir determinados puestos de trabajo. ''Según el último Informe del Mercado de Trabajo, editado este año con datos del 23, 20.933 personas salieron de nuestra provincia para trabajar a otra (con carácter temporal o indefinida), frente a las 15.184 que vinieron''.

Hay una diferencia de -5.749 y donde más se ven esas diferencias son con las provincias de Álava y Madrid. A Álava, salieron 5.037 personas (contratos) frente a los 928 que nos vinieron de allí. Hay una diferencia de unos – 4.000. Sin duda es el efecto “de la raya” entre Miranda de Ebro y la provincia vasca. La siguiente en importancia es Madrid. Frente a los 3.150 que se fueron, nos vinieron 1.790 de allí. Hay una diferencia de - 1.360.

En el balance del año, la patronal burgalesa advierte también como amenazas a la economía provincial, el alarmante absentismo, con una media de 86 días de Incapacidad Temporal, y las jubilaciones, que han aumentado un 20%. La reducción de jornada que plantea el gobierno y la inflación completan la parte negativa del ejercicio. Sin embargo, los empresarios refieren buenos datos económicos en todos los sectores.

No obstante, el presidente de FAE, alerta de ''nubarrones'' en el horizonte cercano. ''A pesar de los buenos resultados en general por el que atraviesa la economía de nuestra provincia, para 2025 deberemos seguir vigilantes a factores de inestabilidad tanto en los mercados internacionales como a distintos componentes internos, tales como una ralentización en el consumo, la elevada inflación, el aumento de costes laborales, el aumento de precios, si finalmente se reduce la jornada laboral, y el encarecimiento de la energía, del transporte y de determinadas materias primas. Así como la expansión del gasto y déficit público, que conllevará una escalada en la presión fiscal''.

Benavente destaca que la provincia se mantiene como la tercera de España con más peso del sector industrial, con casi el 32% de su PIB, frente al 17,6% de la media nacional y solo superada por Castellón y Álava. Se han creado 324 empresas nuevas en los tres primeros trimestres del año, con casi 21 millones de capital social, el doble que el año anterior, frente a las 108 disoluciones.

En 2023 (último dato publicado), en la provincia de Burgos ''teníamos un total de 109 empresas con locales de más de 100 trabajadores. En el último año ha aumentado en 10 empresas el número de grandes empresas. Lo que representa un +10 % en un año. En 2022 eran 99, recuperamos cifras de 2021, en el que había 108. En Burgos el 50 % de las empresas grandes se dedican a la actividad industrial, frente a un escaso 18 % a nivel nacional''.

La organización empresarial constata cifras positivas en materia de exportaciones, consumo interno, turismo, hipotecas de viviendas, matriculación de vehículos y una de las tasas de paro más bajas del país. FAE ha ganado 50 nuevos socios y representa a unas 10.000 sociedades de la provincia, cerca de la mitad del total del tejido empresarial.