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La visita del Barcelona al Tubos Aranda era un simple trámite (27-42)

El equipo de Javi Márquez compitió hasta donde pudo consciente de que su próxima visita a Huesca sí decide su Liga particular

Imagen del partido de balonmano entre el Villa de Aranda y el Barcelona / Roberto Campillo

Aranda de Duero

Nada que objetar al Villa de Aranda. Tampoco al Barcelona, que compitió al nivel que debe exigirse a uno de los mejores equipos del mundo. La derrota local, en un duelo tan dispar, se daba por hecho. Pero los ribereños no querían desconectarse del perfil competitivo que han exhibido durante todo el campeonato aunque fuese con la mente puesta en la próxima jornada de Liga.

En un partido así uno puede plantearse pequeños retos. Ganarle un parcial al Barcelona, discutirles alguna fase del partido…no pareció el equipo catalán muy dispuesto a dar concesión alguna. Ya cerró el primer tiempo con un 11-20 que resolvía cualquier posible debate, si es que lo había. Y ya la segunda parte, meritorio que el Tubos Aranda siguiera compitiendo para cerrar un resultado más ajustado (16-22) para un resultado final que llevó al Barcelona a superar los cuarenta goles y al Villa de Aranda a acercarse a su cifra habitual cercana a la treintena.

Y ahora Huesca. El Tubos Aranda lucha por ganar estabilidad en la Liga el próximo sábado a las 17 horas en cancha oscense. Su nivel de juego invita al optimismo. Y su motivación seguir metiendo diferencia con rivales directos. En esta jornada, Huesca perdió en su visita a Puente Genial (27-21) y Guadalajara cedió en la cancha de Cuenca (24-17).