Las boutades del alcalde Diez
Ángel Santiago Ramos
León
La próxima semana se cumple un lustro desde que el Ayuntamiento de León aprobara la primera moción por la autonomía de la Región Leonesa. Desde entonces, más de 60 municipios y la propia diputación provincial se han sumado a una iniciativa apoyada por socialistas y leonesistas.
No entraré en el debate sobre el recorrido legal, político y social de estos movimientos regionalistas. Sí deseo opinar sobre algunos factores de la figura del principal beneficiario de estas pacíficas revueltas. Sin duda alguna, como ya ocurriera en los años “80”, quien recoge los mayores frutos mediáticos de este asunto es el alcalde de la capital leonesa, José Antonio Díez. Frutos que ocultan la debilidad de una alcaldía que tiene que gobernar en minoría con los votos prestados de los leonesistas. Unos frutos con los que indudablemente nos distraen de las lagunas de su gestión municipal.
Colocarse tras una dialéctica populista, y la suya lo es, le permite igualmente mantener una permanente estrategia de pelea, no sólo con la Junta de Castilla y León, sino con miembros del gobierno de España y con cargos orgánicos de relevancia de su propio partido político. El trampantojo de “todo por León” y una lenguaraz manera de descalificar otras opiniones, le han dado carrete en algunos medios nacionales a los que vienen bien la dosis de carnaza que ofrece el susodicho.
En estas aguas es más fácil diluir pecados graves de su conducta ética. Porque, alguien recuerda el viaje familiar a Catar en pleno Mundial de Fútbol, costeado por una empresa catarí con intereses en la ciudad ?. O, el falso máster en Hidrogeología que en algún tiempo figuró en su currículo…?. Por menos, apenas unos frascos de gomina con valor inferior a los 10 euros, el exalcalde popular Mario Amilivia vio diezmada su carrera política.
Díez, un alcalde a tiempo parcial, tiene puesto también el ojo en las vicisitudes orgánicas de su propio partido. Cosa que forma parte importante de su juego y su futuro. Un partido al que ha acusado de tener actitudes estalinistas, de ser enemigo de la autonomía leonesa o de interpretar los estatutos de forma torticera.
Por sumar boutades, tablero en el que este regidor parece enredado a perpetuidad, la penúltima ha sido acusar al expresidente socialista Rodríguez Zapatero de ser nada menos que un indocumentado y de tener un discurso obsoleto en materia de León.
Que la Navidad de sosiego a los visionarios y a nosotros paz y bienestar.
