¿Celebrar qué? Anclados en la esperanza
Las Claves de Pedro Brouilhet, párroco solidario del barrio de San Antonio y Grijota (Palencia)
¿Celebrar qué? Anclados en la esperanza
Palencia
La navidad, pienso en la navidad exterior, cultural y social, llega con el calendario y trae los mensajes de siempre: días de fiesta, celebraciones extraordinarias, comercio a tope, mensajes de felicitación, despedida y recibimiento de un año, plazas y calles iluminadas, ruido… etc. Y nosotros decimos, si, es el momento, son días de celebrar.
Sucede – y no es por aguar la fiesta - que celebrar sólo tiene sentido cuando la realidad lo justifica y el futuro se vislumbra prometedor. Y no es el caso. Desde hace tiempo, la realidad dice: Ucrania, Palestina, crisis climática, rutas atlántica y mediterránea de emigración, desinformación, desigualdad social, confrontación política, futuro incierto, danas; que nos hacen experimentar lo vulnerables que somos. Así van cundiendo muchos sentimientos de confusión, inseguridad e incertidumbre. ¿Qué se puede celebrar?
En medio de todo esto, está la Navidad que, en su origen, tiene la marca cristiana y un mensaje de esperanza. En este tiempo de general fragilidad podemos discernir la presencia benevolente de Dios en los anhelos de vida, en los testimonios creíbles, en las acciones solidarias, en la vida honesta de tantas personas, mujeres y hombres, ciudadanos, que, cada día, con su trabajo y entrega sostienen la vida propia y ajena. La ternura, la relación de amor, el abrazo de afecto y, quizás, la reconciliación, son dones que nadie nos debe arrebatar. Por eso sí, animados por la esperanza, podemos celebrar la Navidad, una Navidad de esperanza.