Sin tregua ni en Navidad

Palencia

Si la Navidad abre el tiempo para la llegada de un año nuevo, ahora más que nunca necesitamos un año nuevo de verdad y no sólo el que exhibe un almanaque. Un nuevo calendario con una primera página en blanco para la reflexión de lo vivido, con otro repertorio, más allá del ruido y la furia o de lo soez y lo zafio que, en la vida pública, parece tan cómodamente instalado.

Las formas son el vehículo de la aceptación sobre algo y el fondo es su medio de convicción. Pero hoy las formas adulteran el fondo de las cosas y nuestro exterior traduce la idea que tenemos de nosotros mismos: la vulgaridad de los modales hace vulgar a la razón ya sea en una proclama o en una reivindicación.

Así que frente a la crispación celebremos seguir en pie y con la conciencia limpia, quien pueda. ¡Feliz Navidad!