El Supremo absuelve de prevaricación y malversación al exalcalde de Cubillos, José Luis Ramón, y condena a costas a los denunciantes, Ramos y Cascallana
"Hay mamarrachos que convierten en un circo a la política para conseguir votos", dice indignado el exalcalde socialista que tuvo que apartarse de la política por las acusaciones de Tomás Ramos y Montserrat Cascallana
Ponferrada
El exalcalde socialista de Cubillos del Sil, José Luis Ramón, ha sido definitivamente absuelto de los delitos de prevaricación administrativa continuada, malversación de fondos públicos y negociaciones prohibidas a los funcionarios de los que fue acusado por el actual concejal de Ciudadanos y exrepresentante del MASS, Tomás Ramos y por la exedil del PP, Montserrat Cascallana, delitos por los que le pedían una pena de diez años de prisión e inhabilitación especial.
Es el Tribunal Supremo, en última instancia, el que ahora condena a las costas a estos dos políticos que estaban en la oposición y rechaza el recurso de casación interpuesto contra la sentencia absolutoria dada anteriormente por la Audiencia Provincial sobre una gestión municipal en la que los denunciantes ponían en duda la legalidad del abono de una decena de contratos por valor de casi 1,4 millones de euros entre los años 1999 y 2015.
La audiencia provincial de León ya consideró en la resolución dictada hace dos años que no existía una apropiación o distracción de fondos públicos. Igualmente, descartaba que Ramón hubiese participado, ni directa ni indirectamente, en los contratos cuyo pago ordenó y sobre los que la acusación consideraba que se realizaban en base a criterios de clientelismo político y empresarial, en referencia al negocio profesional del exalcalde. En ese sentido, el auto ya indicaba que esos contratos no eran necesariamente encargados de una forma directa por él, sino a través de concejales delegados o personal del Ayuntamiento.
A pesar de la claridad de la sentencia, los denunciantes optaron por presentar un recurso de casación ante el Supremo, que acaba de desestimar por completo los motivos de infracción de la ley que aducía el letrado de la acusación popular, un fallo que firman cinco Magistrados de la sala de lo penal entre los que está Manuel Marchena, denunciado por su cuestionada parcialidad a favor del PP y que acaba de dejar la presidencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo un cargo que ha ostentado durante los últimos diez años.
Es casi el mismo tiempo, nueve años, los que lleva esperando José Luis Ramón para limpiar su imagen. La resolución del supremo supone una evidente satisfacción en un periplo judicial que el califica de “esperpento” motivado por la forma de hacer política de unos “mamarrachos” que intentan conseguir votos a golpe de acusaciones que se demuestra que son falsas.
Sensación positiva por una parte pero también resquemor por lo que ha dejado en el camino José Luis Ramón con esta mochila judicial que le obligó a salir de un terreno político en el que se encontraba a gusto y con el que consiguió, dice, cambiar radicalmente la vida de los vecinos de Cubillos del Sil.
Lo hecho, hecho está, y la carrera política se queda ahí. Ramón reconoce a estos micrófonos que "no es el mejor momento para volver".