La cofradía de la Vera Cruz promueve el primer encuentro interreligioso cristiano-musulmán en Palencia

Palencia

La Real Cofradía de la Vera-Cruz de Palencia en su compromiso con los valores cristianos, solidarios y de fraternidad de la Navidad ha celebrado “Un Día para la Esperanza en la Vera-Cruz” con un grupo de refugiados y migrantes subsaharianos, y un segundo encuentro con personas sin hogar, en su tradicional Belén instalado en la sede de la hermandad en la calle Vera-Cruz de la capital.

Las jornadas de convivencia, promovidas por la Sección de Caridad de la cofradía, se han celebrado el 15 y 23 en un ambiente interreligioso cristiano-musulmán y cultural de esperanza. El Belén, que incluye personajes símbolos de integración y diversidad, ha sido el escenario perfecto para promover hospitalidad a miembros de la comunidad “Ayuda Humanitaria”, gestionada por los Hermanos de San Juan de Dios, que desde el pasado mes de agosto son vecinos temporales de nuestra ciudad, así como a las personas sin hogar albergados en la Casa Nª Sª del Otero dependiente de Cáritas diocesana.

En estos encuentros hospitalarios, los asistentes disfrutaron de la visita guiada al Belén, animada por sus creadores artesanos de la cofradía, destacando los elementos que simbolizan la acogida y la multiculturalidad. Los visitantes expresaron en animado diálogo sus experiencias de vida y esperanzas, ofrecidas al Dios de todos en francés, inglés, árabe, bambara y español, en el “fuego de los deseos”. Al ritual se incorporaron poemas y canciones tradicionales africanos y villancicos españoles, interpretados por los participantes, que también degustaron productos típicos navideños de la localidad.

El hermano mayor de la cofradía, Antonio Triana, expresó: “Queremos que nuestro Belén sea más que una representación del Nacimiento; queremos que sea un espacio de encuentro y solidaridad. Hoy más que nunca deseamos abrir nuestros corazones y extender nuestra manos a quienes más lo necesitan.” Al ser los visitantes practicantes de la religión islámica en su mayoría, Antonio Triana señaló que “cristianos y musulmanes tenemos mucho que compartir y en nuestra cofradía ponemos todo el empeño en favor de la convivencia, la tolerancia, la interculturalidad y paz.”

El animador del encuentro, José María Pérez, recalcó que “Jesús no estableció diferencias entre los hombres por cuestiones religiosas o ideológicas, tampoco sus discípulos como intentamos ser los cofrades de la Vera Cruz. “El amor y la tolerancia, dijo, son puentes de comunicación y un lenguaje universal que une a hombres de distintos idiomas, religiones y culturas”.

Por su parte, M. Usman, representante e imán del grupo de mayoría musulmana, agradeció la iniciativa diciendo: “Somos hermanos aunque seamos diferentes. Convivir y respetarnos desde la diversidad sociocultural es el único camino para una paz definitiva. Y es hermoso sentir que somos bienvenidos y compartir nuestras tradiciones. Este encuentro nos llena de esperanza. Para nosotros es muy importante, positiva y necesaria la convivencia que nos habéis ofrecido.”

En el marco de las celebraciones navideñas, este primer “Día para la Esperanza en la Vera Cruz” subraya la importancia de construir puentes entre culturas y recordar que, como en la historia del Nacimiento de Jesús, siempre hay lugar para la acogida y la esperanza, la convivencia y el respeto mutuo, el amor al prójimo en definitiva.

Los invitados provenientes de diversas provincias de España, y de Marruecos, Argelia, Mauritania, Senegal, Mali y Guinea Cronaky agradecieron el respeto, la alegría y el compromiso de los voluntarios de Caridad de la Vera Cruz que se han ofrecido para ser compañeros de camino. La directora del Centro de Personas sin Hogar de Cáritas, Lourdes Piñán, manifestó que “estos encuentros son imprescindibles para seguir construyendo un mundo donde nadie tenga que huir, donde todas las familias encuentren refugio, y donde reine la paz que tanto anhelamos”.

Mari Cruz y Chary, Carmen y Antonio, Pedro y Fernando, Patricia y David, voluntarios de Caridad de la cofradía, entregaron a los visitantes una botellita con tierra del Belén, como gesto de hospitalidad y signo de una esperanza común, “para que nos tengáis en vuestra memoria cuando miréis este sencillo detalle en cualquier parte que os encontréis”.