Manual de resistencia del Recoletas Zamora

El Recoletas Zamora tenía que ganar y ganó al Canoe. Tenía que ganar porque Alcobendas no falla, porque se acercaba a Estepona y porque la próxima semana, en cuadro como está, tiene un duro compromiso en Mallorca. Y el partido contra Canoe era trampa porque siempre han caído por poco, porque están en buen camino para subir puestos en la tabla y porque es un equipo que se le ha dado mal a las zamoranas.

Pero sobre todo, era un partido complicado porque Vasconcelos no ha podido contar a la vuelta con Emily Kalenik quien ha abandonado la entidad; porque Aina Martín, en muletas, estará fuera varias semanas y porque durante la semana Adrijana Knezevic no puede entrenar todas las sesiones. Además, el cupo nacional, obligando a tener dos sobre la pista de las tres que tiene disponibles, hace que las rotaciones sean complicadas para Ricardo Vasconcelos.

Por eso, cuando al inicio no conseguía romper el partido el conjunto zamorano pese a los once puntos de Polleros y el cuadro naranja estaba más preocupado por ir guardando los minutos de sus jugadoras, Canoe se lo creyó y se quedó siempre cerca con la ex Zamarat Marina Lizarazu.

Davinia Ángel, que acabaría expulsada por faltas, y Estel Puiggros acumulaban dos faltas antes del descanso y el partido se iba igualado al descanso. Sin embargo, en el segundo tiempo las naranjas rompieron el partido, pudieron respirar y dar minutos a varias canteranas para sumar la undécima victoria de la temporada.