Agresiones y falta de protección: el día a día de los trabajadores del sector social
Denuncian situaciones como la de una compañera a la que mordieron y acudir a la mutua tuvo que ser tipificada como "mordedura animal" por no contar con otra categoría que reflejara lo sucedido.

Noemí Lorenzo, de la Plataforma del Sector Social de Valladolid, denuncia la situación laboral que padecen día a día
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Valladolid
Agresiones verbales, físicas, falta de protección, poco personal, bajos salarios, ansiedad ... Estas son solo algunos de los problemas a los que se enfrentan día a día los trabajadores del sector social. Orientadores, educadores o trabajadores sociales, entre otros, alzan la voz para denunciar las condiciones laborales que padecen a diario.
Trabajos que desde la Plataforma del Sector Social, su portavoz en Valladolid, Noemí Lorenzo, denuncia que son muy desconocidos. Recuerda que, por ejemplo, hay un trabajador social por cada 50 mil habitantes y compara su labor a la de un médico de cabecera: es el responsable de derivarte a los recursos sociales específicos que necesites. Asegura que actualmente todo el sector social se enfrenta a graves problemas que se han puesto sobre la mesa a raíz del asesinato de una educadora social en Extremadura.
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Ejemplos de situaciones límite que llevan a bajas o a rotar en los empleos por "burn-out" aseguran que se encuentran a diario y la propia Noemí Lorenzo nos ponía el ejemplo de una compañera a que la persona a la que tenía que atender la mordió y acudir a la mutua sanitaria su agresión tuvo que ser tipificada como "mordedura animal" por no contar con otra categoría que se acercara más a lo realmente sucedido.
Señala que a día de hoy todo el sector social permanece muy ligado a los cuidados por lo que las mujeres siguen siendo las que más paceden todos estos problemas.
Sus reivindicaciones
Piden condiciones seguras en el puesto de trabajo. Hacer siempre en pareja o con algún profesional en seguridad en determinadas circunstancias como algunas visitas domiciliarias, acceso a determinados pisos tutelados, centros de menores infractores, y cualquier entorno en el que se haya detectado un posible riesgo. Para ello es fundamental mejorar las ratios de trabajadores y ampliar plantillas en casos como posibles bajas o vacaciones.
Denuncian que el estado de las plantillas se debe en gran medida a la privatización de los servicios sociales, que provoca desigualdades entre las condiciones salariales y diferencias en las ratios entre centros públicos y privados.
Además, piden mejoras en el salario y que se incluya un plus de peligrosidad. Y en relación con los contratos ponen el foco en la necesidad de que se ajusten al puesto y con con categorías laborales mas bajas
Con quienes trabajan
Menores infractores o en régimen de protección, usuarios con discapacidad intelectual y/o enfermedad mental o personas en riesgo de exclusión social. Esas son algunas de las personas con las que los trabajadores del sector social conviven a diario y lamentan que las situaciones de riesgo puedan estigmatizarlos.
Recuerdan que las situaciones de riesgo en muchos casos no se producen por las acciones violentas que puedan venir derivadas de sus circustancias, ya que tienen formación para dar respuesta ello, si no que el verdadero riesgo es la precarizaciòn de los servicios sociales, ya que al no contar con los medios necesrios es cuando la situación se complica.




