Adolescentes en red

León

La serie Adolescencia recrea el complejo y delicado mundo en el que viven hoy buena parte los jóvenes en los países occidentales. Una realidad a la que son ajenas a la que las propias familias y sociedad en general.

Los menores dedican horas y empeños diarios a las redes sociales que tienen a su alcance y en las consumen con frecuencia discursos deshumanizados, radicales y violentos. Discursos tan tóxicos como por ejemplo el de la manosfera, mensaje que difunde claves de un antifeminismo extremo.

La serie, de enorme seguimiento en muchos países, está conmocionando a un público de adultos que ha cerrado los ojos a lo que psicólogos y expertos califican como un problema social grave. A los menores, dicen, los hemos dejado solos en un pernicioso entorno digital en el que la presencia de adultos no existe.

Hace tiempo que, desde algunas plataformas sociales, políticas y expertos, piden detener la mirada sobre este campo sin puertas en el que los adolescentes terminan siendo sus víctimas. Las familias deben destaparse los ojos e implicarse en el problema. Y los gobiernos tienen que regular el tráfico en las carreteras digitales para evitar males mayores.

La habitación ya no es un lugar seguro para los menores, señala un educador y experto. Las redes sociales determinan sus conductas, sus valores y su pensamiento. El mundo de los adultos no les llega. Ser popular y tener éxito en el colegio y en la calle no se consigue con las enseñanzas del entorno familiar o el social.

Es la cara oculta de unos tiempos nuevos en los que vendemos o regalamos nuestros datos, también los de nuestros hijos, a empresas privadas (Instagram, Telegram, Tiktok) que manosean la violencia y la deshumanización.

Una P.D. Si escarbamos entre las redes, también en esta ciudad de leones y más allá de nuestro callejero al que la alcaldía -en un alarde de imaginación- llena con nombres de cofradías, nos encontraremos con un desolado paisaje de valores que precisa medicación urgente.