La parálisis administrativa zancadillea la atracción industrial de Aranda de Duero: "Las empresas no se atreven a crecer o venir"

Aranda de Duero

Aranda de Duero se ha convertido en una ciudad de obra interminable. Y si el caos en la oficina de obras, con retrasos aún mayores de lo que ya había en la entrega de licencias -al menos un año- es una realidad, las posibles reformas, obras nuevas, pero también la llegada de inversores y posibles empresas o de crecimiento de las ya existentes, está en ralentí. Es lo que ha compartido con los oyentes de la SER este jueves Rubén Madrigal, gerente de Hunter Properties. El bloqueo se da cuando, por poner ejemplos, "a uno de los arquitectos municipales se le da una de las obras con fondos europeos para que lo atienda, en vez de externalizarlo", lo que genera que "el resto de ciudadanos se vean afectados y tengan que esperar al menos un año".

La concejalía de Desarrollo Económico, motor de la ciudad, debiera tener una cierta independencia de la concejalía de obras. "Si una frutería o un locutorio, o cualquier negocio, quiere ampliarse, solicita una licencia de obras, eso va a una torre. Hay tres arquitectos, uno está a los fondos europeos, y los otros dos tienen que lidiar con todos los expedientes. En ese montón al que llega el expediente del pequeño negocio, también está el de la empresa que quiere crecer, o la ampliación del Polígono Prado Marina", lamenta Rubén, que valora el trabajo del edil responsable, Juanma Martín, pero no entiende que se recorten económicamente inversiones en promoción y desarrollo cuando eso implica limitar al crecimiento de la ciudad.

Preocupación de los inversores

Aranda es un lugar atractivo, pero la parálisis administrativa es una gran zancadilla que impide el crecimiento. "Los inversores están preocupados con el dinero o la financiación -que los bancos están abriendo la mano-, y la estabilidad y la agilidad en las administraciones, que es lo que les echa atrás en el caso de Aranda. Si hubiese ganas estábamos en un buen momento, porque en Hunter Properties acabamos de hacer la mayor venta de suelo industrial en la ciudad, con cinco hectáreas. Y como esa hacemos muchas operaciones de naves, suelos, e intentando traer esas empresas a Aranda. Pero el mayor miedo que tienen es la administración. Nosotros para empezar una obra hemos estado esperando seis meses a que nos dieran agua. Y eso hace que la gente se plantee no crecer", lamenta Madrigal.

Ni venir... ni crecer

Pero el problema, dice Rubén, se extiende también a las empresas locales que se plantean crecer y dar un paso más. Lo que evidentemente significaría aumentar plantillas y tener más opciones de trabajo. "Son empresas saneadas que ya están y quieren ampliar. Se acogen a fondos y subvenciones. Pero hay plazo para ejecutar las obras. Y no se atreven a embarcarse en una obra porque tardan un año en darles esa licencia", expresa.

Madrigal lamenta pensar que "ni Puerto Seco ni ampliación del polígono lo veamos en estos años", cuando son cuestiones que exclusivamente dependen del consistorio, y le consta la asociación de empresarios está molesta ante esta parálisis que, tristemente, afecta a la ciudad.

La charla al completo con el gerente de Hunter Properties, en el que también ahondamos sobre la nueva promoción Crystal y las obras de los Jardines de Don Diego, puede reproducirse en el audio superior.