Así era el rostro de Santa Teresa de Jesús según el Victorian Institute of Forensic Medicine de Australia
Se ha hecho una reconstrucción basada en datos antropométricos e imágenes radiográficas

Reconstrucción del rostro de la santa abulense Teresa de Jesús / Jennifer Mann

La reconstrucción facial de Teresa de Cepeda, Santa Teresa de Jesús, se ha llevado a cabo en el Victorian Institute of Forensic Medicine (Monash University, Victoria, Australia) y se ha dado a conocer coincidiendo con el aniversario de su nacimiento, ocurrido en Ávila el 28 de marzo de 1515.
Aplicando una combinación de metodologías forenses y basándose en datos antropométricos e imágenes radiográficas se ha modelado un busto.

Reconstrucción del rostro de la santa abulense Teresa de Jesús / Jennifer Mann

Reconstrucción del rostro de la santa abulense Teresa de Jesús / Jennifer Mann
La presentación del rostro de Santa Teresa se ha hecho simultáneamente en Alba de Tormes, en Roma y en Australia.
Teresa murió con 67 años, pero el busto es una representación de cómo sería su rostro en torno a los cincuenta años.
Hasta ahora, en el imaginario colectivo, la santa tenía el rostro de la actriz vallisoletana Concha Velasco, protagonista de la serie de televisión biográfica que fue emitida por Radio Televisión Española en 1984,dirigida por Josefina Molina.

Archivo RTVE

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Estudio de los restos momificados
Santa Teresa de Jesús tenía el pelo castaño, ojos oscuros, rostro sereno y pequeña estatura, según las primeras revelaciones del estudio que el experimentado antropólogo italiano Luigi Capasso lleva a cabo a partir de sus restos mortales momificados.
"Con este trabajo se reconstruye la parte de la historia que guarda la biología de la persona de Santa Teresa de Jesús. En el caso de la santa se trata de una historia absolutamente extraordinaria", ha indicado Capasso, en un documento preliminar de 53 páginas difundido por los carmelitas descalzos de Alba de Tormes (Salamanca), en cuya Basílica de la Anunciación se conserva el cuerpo en una urna de plata y el brazo izquierdo y el corazón en dos relicarios separados.
En los pies de la santa se aprecian las señales de las cuerdas de esparto clásicas de las alpargatas teresianas, al igual se puede ver en su frente la marca de la toca carmelitana.
"La vasta y perfecta conservación de gran parte de la fisonomía facial, a más de cuatro siglos después de su muerte, sigue apareciendo perfectamente visible a nuestros ojos, con una musculatura mímica facial relajada, que todavía transmite la sensación de serenidad con la que la santa muestra que afrontó el momento de su muerte", indica el estudio.
En general, los restos examinados son los de una mujer con una estructura esquelética pequeña, con masas musculares frágiles y con una altura en vida, reconstruida por cálculos antropométricos, de alrededor de 156,8 centímetros.
El estado de mineralización del esqueleto es acorde con la edad a la que murió Santa Teresa de Jesús, los 67 años, y el tejido óseo de las vértebras, tanto torácicas como lumbares, muestra cierto grado de enrarecimiento (osteopenia).
Una característica sobresaliente de la columna vertebral es la cifosis cervical y dorsal severa, es decir, la curvatura anterior del cuello y el tronco, una conformación que le dio a la santa una apariencia inclinada hacia adelante.
Análisis genéticos
Todas las reliquias estudiadas están momificadas, por lo que su estado de conservación es extraordinario: el pie derecho, la mano izquierda, el corazón y el brazo izquierdo están perfectamente conservados, con la piel intacta, con tejidos subcutáneos y masas musculares bien conservadas, con huesos en conexión anatómica y sin signos de degradación, detalla el informe.
En paralelo, los análisis de ADN siguen en curso en los laboratorios de Genética Médica de la Universidad de Chieti y Pescara (Italia) y su objetivo específico es documentar los rasgos genéticos de las enfermedades hereditarias, con especial atención a las enfermedades cardíacas, de cuya presencia parece haber indicios históricos en la santa.
Los resultados de estos análisis de laboratorio, que se realizan en muestras muy pequeñas de tejido muscular momificado que se han tomado especialmente con motivo del reconocimiento actual, estarán disponibles en los próximos meses.




