Dos cuellaranos ponen en marcha la mayor granja de humus de lombriz a cubierto de Europa
El humus de lombriz permite regenerar la tierra, eliminar plagas y mejorar el cultivo

Francisco Rodríguez y Francisco Estévez, en la nave donde en la actualidad se hace el proceso de producción del humus / Cristina Sancho

Cuéllar
Francisco Rodriguez Senovilla, vinculado al sector de la gastronomía y Francisco Estévez, ingeniero aeronáutico, son vecinos de Cuéllar y desde el año 2020 llevan inmersos en la investigación y producción de humus de lombriz. Amantes de la naturaleza pensaron en hacer algo que ayudara a su tierra ante los problemas que existen con el exceso de estiércol. Conocieron las propiedades de la lombriz roja californiana y empezaron a trabajar con este pequeño animal que se alimenta de compost de estiércol, en este caso de pollo y vaca y mezclado con restos de vegetales, tras un proceso de alimentación y expulsión que dura meses, lo que se obtiene: humus de lombriz, tiene unas características que Rodríguez denomina 'magia' para los cultivos. "La lombricultura hace magia, la lombriz come desechos y lo trasforma en el abono natural más potente que existe. Este abono regenera la tierra que está muy castigada por los fertilizantes y los químicos, aporta esponjosidad, enraiza la planta, y le va a dar mejor fruto y más cantidad, quita las plagas, controla la huella de carbono y hace que se consuma menos agua", relata.
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Francisco Rodriguez Senovilla y Francisco Estevez, vecinos de Cuéllar, hablan de la creación de una granja de lombrices para producir humus beneficioso para los cultivos
En la actualidad cuentan con entre 10 y 12 millones de lombrices que se reproducen cada tres meses siempre que se encuentren en la temperatura y humedad adecuada. Tras varios años de experimentos y producción, estiman que en un mes puedan comenzar a comercializar el producto. Próximamente empezarán a trabajar en unas nuevas instalaciones que según afirman serán las más grandes de Europa a cubierto, con unos 5.000 metros cuadrados y que podrá albergar a unos 100.000 millones de lombrices. Aunque su producción pueda crecer ya que también la reproducción de las lombrices es exponencial, quieren primar la calidad a la cantidad.

Lombrices en el proceso de producción / Cristina Sancho

Lombrices en el proceso de producción / Cristina Sancho
Tras la obtención del humus,en un proceso de entre 9 meses y 1 año, se criba y se envasa para ponerlo a la venta. Además de en formato sólido, lo venderán en formato líquido para que se pueda repartir en los cultivos a través del sistema de riego. Explican que además es un producto más efectivo que el estiércol que se utiliza como abono habitualmente en el campo y que tiene más beneficios y es más natural. "Un camión de humus equivale a diez de estiércol para hacer prácticamente lo mismo", señalan. La comercialización comenzará por la comarca y la provincia además de otras zonas de España como Valencia y Andalucía, pero en un año esperan internacionalizar el producto en los países del norte de Europa donde es muy valorado. El humus de lombriz explican que es 100% ecológico, que no huele, no contamina ni el aire, ni el agua, ni el suelo.




